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 El portero Jorge Mangeri le aseguró al primo de su esposa que luego de ser amenazado y antes de ser detenido por el crimen de Ángeles Rawson había pensado "varias veces" en suicidarse y en "escaparse a un monte".

Durante su declaración, a la que tuvo acceso C5N, el testigo contó que se encontró con Mangeri después de tres años, a raíz de dos llamados que le efectuó el portero el viernes 14 de junio en el que le refirió que había sido amenazado, pero no le dijo por quiénes.

Según el efectivo de la comisaría segunda de Tigre, Mangeri le dijo que había sido "apretado" por policías pero cuando éste le planteó que hiciera la denuncia, el portero le respondió: "No, es muy complejo".

"Me vino a ver desesperado, me dijo que estaba muy angustiado porque habían matado a un angelito", relató Cecilio Saettone al juez y continuó: "Me dijo que se quería escapar a un monte y que se quería matar".

En tanto, el abogado defensor del portero, Marcelo Biondi, explicó que Cecilio Saettone, primo de la mujer del portero, Diana Saettone, durante su declaración testimonial ante el juez de la causa, Javier Ríos "se explayó en que estaba mal, triste y en varias ocasiones que se quería matar. Yo entiendo que fue a raíz de las amenazas que le dijo haber sufrido".

Contó, además, que Mangeri "también refirió que estaba muy triste y muy mal por lo que le había pasado a Ángeles, porque él era el portero del edificio y le dijo que no tenía nada que ver con el hecho".

Por otro lado, este lunes a la mañana la defensa de Mangeri, único detenido por el crimen de Ángeles Rawson, solicitó la nulidad de la investigación con el argumento de que el portero fue llevado a declarar bajo la figura de "imputado encubierto".

Los abogados de Mangeri, Miguel Ángel Pierri y Marcelo Biondi, presentaron un escrito ante la Justicia en el que aseguran que "todo es nulo porque es nula la declaración testimonial" del encargado del edificio de la calle Ravignani.

"Lo llevaron a declarar como testigo pero ya estaba imputado. Le hicieron preguntas como sospechoso y si fuera imputado tendría que estar presente el defensor. Fue un imputado encubierto", sostienen los letrados en el documento.

Además, Pierri y Biondi aseguran que la autoincrimación del portero "fue hecha bajo presión psicológica de tres policías".

A la salida de Tribunales, Biondi sostuvo que Mangeri se transformó en un "imputado
encubierto" porque para el 14 de junio, cuando fue llevado a la fiscalía a declarar, los investigadores ya habían recibido indicios para sospechar del encargado del edificio de Ravignani 2360, del barrio de Palermo.

Jorge Mangeri "nunca debería haber declarado como testigo porque ya estaban sospechado de él", dijo el abogado defensor del portero, tras pedir el sobreseimiento del imputado. Para corroborar que era objeto de investigación, la defensa presentó un correo electrónico de una vecina del edificio que advertía que averigüen sobre el encargado.

Pierri y Biondi mencionan que ya a fojas 168 de la causa consta un mail enviado por una mujer a las 23.58 del miércoles 12 de junio que decía "investiguen al portero del edificio".

En ese mail, transcripto en el planteo de la defensa, la denunciante -sus iniciales son M.R.-, dice: "Mi empleada doméstica hoy me comentó que vive en la casa tomada de al lado y que sospechan del portero del edificio porque es un tipo que siempre acosa verbalmente a las mujeres y ellas tienen miedo de él".