La Selección se había metido en el Mundial de Estados Unidos 1994 prácticamente por la ventana, ya que había tenido que disputar el Repechaje ante Australia. Tras ganarlo por un ajustado global 2-1, la ‘Albiceleste’ pasó a conformar el Grupo D de la Copa del Mundo junto a Nigeria, Bulgaria y Grecia. Ya metidos en el Mundial, los dirigidos por Alfio Basile debutaron con el pie derecho al golear a los griegos por 4 a 0.
El segundo duelo era el 25 de junio ante los africanos. Más de 50 mil almas se hicieron presentes en el Foxboro Stadium y serían testigos de algo que prácticamente ni el más pesimista podía llegar a imaginar: el astro del fútbol mundial, Diego Armando Maradona, disputaría su último partido con la casaca ‘albiceleste’ sin siquiera él mismo saberlo.
El ‘10’ regaba con su magia y gambetas el estadio de Boston y Claudio Paul Caniggia se despachaba con un doblete (siendo uno de ellos el gol 1500 en la historia de los Mundiales) que le permitía a la Argentina revertir el marcador y vencer a Nigeria por 2 a 1. Con esa complicidad que sólo su histórica sociedad podía tener, el ‘Pájaro’ le pedía el balón a Diego, quien ejecutaba un veloz tiro libre que el ‘Hijo del Viento’ terminaría cambiando por el gol de la victoria.
Con el ‘10’ y su socio ideal, la ‘Albiceleste’ deliraba de alegría por la victoria. Y en medio de ese festejo, aún con su camiseta transpirada y una inmensa sonrisa dibujada en su rostro, la enfermera Ingrid María se hacía presente en el campo de juego para llevarse a Diego al control antidoping. Ella, la que en ese entonces quedó como la ‘mala de la película’, no sólo estaba retirando a Maradona de esa cancha, sino de la Selección.
Pero en ese momento aún nadie imaginaba lo que pasaría más tarde. Incluso, Diego y ‘Canni’ se mostraban felices ante las cámaras y se despachaban en elogios entre sí. “Lo genial es este monstruo, dejame disfrutarlo a él”, “llevamos la camiseta en el corazón”, “nos tocaron el amor propio y salimos a jugar con el alma” y “ni el gol de Nigeria ni sus patadas nos podían frenar en este Mundial”, fueron algunas de las alegres frases que salieron de los labios del astro una vez consumado el encuentro.
Pero cuatro días después llegaría la peor noticia. El 29 de junio se confirmó que había un caso positivo en el equipo argentino y se encendió la alarma. Sí, era del ‘10’ y los resultados habían detectado consumo de efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina. A Maradona, que entre lagrimas reconoció “me cortaron las piernas”, le hicieron armar su bolso y marcharse de Estados Unidos tras los quince meses de sanción que recibió.
"¿Vieron a algún otro jugador al que lo fueran a buscar para llevarlo al antidoping? Y fui, fui como un pelotudo...", fue una de las posteriores confesiones que hizo el ‘10’ en su libro Yo soy el Diego. "Llegué al Mundial limpio como nunca. Ni me había enterado que usé efedrina. Jugué con el alma, con el corazón. Todos saben que para jugar no hace falta efedrina", destacó por intermedio del mismo medio.
Lo cierto es que el ‘10’ no volvería a vestir nunca más la camiseta ‘albiceleste’ y sus compañeros no pudieron evitar sentir su ausencia y en Octavos se despedirían de la Copa del Mundo. El gran partido disputado por Maradona, terminaría siendo uno de los días más tristes de su vida y de gran parte de los argentinos.
Hoy - Mundial de EEUU
Martes 25 de Junio de 2013 - 08:09 hs
Hace 19 años Diego jugaba el último partido con la Selección
Pocos podían llegar a imaginar que aquel 25 de junio de 1994, Diego Armando Maradona jugaría su último partido con la Selección. Tras su actuación \\'descollante\\'. El astro era retirado por una enfermera del campo. Cuatro días después daba positivo