Hoy - Preocupación de los vecinos

Lunes 24 de Junio de 2013 - 11:27 hs

Hay pozos y grietas en las defensas de la costa capitalina

La erosión, los problemas de mantenimiento, el descuido y el vandalismo de la gente dañaron varios tramos del terraplén. En caso de una crecida del río, más de 30.000 personas dependen de esta protección. Advierten sobre la responsabilidad de vecinos

El boom inmobiliario de la Costa tiene pies de arena. Un terraplén de material suelto de 21 kilómetros, que se construyó a principios de los noventa, protege de las crecidas del río a las más de 30.000 personas que ahora viven en Rincón y Colastiné. Pero si el Estado —provincial, municipal y comunal— no lo mantiene con regularidad y los vecinos no lo cuidan se deteriora con facilidad y se vuelve vulnerable en escenarios de inundaciones importantes.

En las últimas dos semanas, El Litoral recorrió algunos puntos críticos. En Rincón, en el tramo que va del balneario hasta El Garello, hay varias cárcavas (grietas profundas), que en algunos casos ya se convirtieron en socavones significativos, y también crecieron espinillos en la pendiente de la defensa, que cuando son arrastrados por el agua, la presión de los camalotes o el viento pueden dejar pozos profundos.

Este es un tramo vulnerable porque el arroyo Ubajay corre encajonado y tiene un fuerte poder erosivo, que se acelera en algunos tramos —ya más cerca del Colastiné—, como en el ex muelle de la acería y en la zona de El Garello.

En este mismo sector, en el coronamiento del terraplén —que es transitado por vehículos y animales— hay arena suelta y muchos pozos, cuando lo que se necesita es una cobertura vegetal que solidifique la defensa. También hay viviendas precarias construidas casi sobre el terraplén y del lado del río (en El Garello), Del lado de los bañados y la laguna Setúbal, cerca del reservorio de Villa Añaty, el terraplén también muestra signos de deterioro. La famosa malla geotextil, que es clave para la estructura de la defensa, está expuesta y rota en algunos sectores y se ve a simple vista arriba de la arena. Es probable que esto haya sucedido por la circulación de los autos, que como ya no pueden “andar” por la zona del coronamiento —por los pozos— ahora transitan un poco más abajo. La zanja de guarda, además, está cubierta de vegetación y basura.

En el final de calle San Martín, como ya lo denunció El Litoral en otras notas, hay un basural a cielo abierto. Los restos de poda se acumulan encima de la defensa, junto a la chatarra, los vidrios y la basura que clasifican algunas familias que viven en la zona.

Mantenimiento y control

Los funcionarios del Ministerio de Asuntos Hídricos reconocen que esta defensa necesita mantenimiento. Por eso, en enero de este año, se licitó una obra de $ 2,5 millones que tiene el objetivo de reparar algunos de los problemas más graves de los terraplenes del área metropolitana de Santa Fe.


“Nuestros técnicos detectaron estas dificultades, que en muchos casos surgen de actos de vandalismo o de un uso inadecuado de las defensas. Los trabajos de reparación se adjudicarán en los próximos meses”, aseguró Arnaldo Zapata, subsecretario de Asuntos Hídricos, en diálogo con El Litoral. El funcionario adelantó que si es necesario se ampliarán los fondos destinados a estas obras, si el presupuesto se “queda corto” —un punto que preocupa a los vecinos— y los técnicos lo consideran necesario.

A pesar de que el gobierno provincial asegura haber realizado obras de mantenimiento durante los últimos años, cualquiera que recorra el anillo de defensas va a tener la sensación de que está abandonado. Algunos vecinos también cuestionan la eficiencia de algunos de estos trabajos.

En la visión de Zapata, sólo con el mantenimiento no alcanza. “Lo que se necesita es un compromiso de toda la comunidad para cuidar estas obras. Se puede lograr a partir de programas comunitarios que generen conciencia sobre el rol que tienen las defensas”, propuso.

El funcionario también dijo que el rol de los gobiernos locales es clave. En el sentido de que deben controlar que no circulen los autos por el terraplén, por ejemplo, e involucrarse en su gestión y mantenimiento.

Por ahora, el río está dando la oportunidad de reparar las defensas y evitar que se agraven los problemas en los puntos críticos. Los técnicos del INA no proyectan una crecida durante el próximo trimestre. Pero como saben los rinconeros, tarde o temprano el río vuelve y no perdona.

¿Qué obras se hicieron?

A pedido de El Litoral, el Ministerio de Asuntos Hídricos precisó las últimas obras de mantenimiento que se realizaron en el anillo de defensas de Rincón y Colastiné, y en otros terraplenes del área metropolitana.

2008. Reparación de electrobombas de las estaciones de bombeo de los cordones de defensa del sector norte y noreste de Santa Fe, y de Alto Verde y San José de Rincón. Inversión: $ 5.103.126,03.

2010. Se destinaron $ 15 millones para el reacondicionamiento de las defensas en el sector este del área metropolitana de Santa Fe. Este año, también se invirtieron 300.000 pesos en el desmalezamiento de los terraplenes.

2011. Obra de protección del terraplén Garello. Se colocaron tablestacas de hormigón armado de 10 metros de longitud, a lo largo de un tramo de terraplén de 250 metros. Asimismo, se previó el perfilado del terraplén y la reparación de los gaviones y colchonetas existentes. Montó: $ 6.500.000.

2011. Construcción de estaciones de bombeo en Villa California (calle del Sol) y en Colastiné Norte (en el Parque de los Dinosaurios). También se hizo una alcantarilla en la Bajada Distéfano. La inversión total fue de 4 millones de pesos.

2013. Se licitó y está pendiente la adjudicación de una obra de mantenimiento y reparación de las defensas del área metropolitana de Santa Fe y la Costa, con un presupuesto oficial de 2,5 millones de pesos. El Ministerio de Asuntos Hídricos asegura que se adjudicará en los próximos meses.

Fuente: El Litoral