Roberto Lavagna recibe a LA NACION en su oficina ubicada en Avenida 9 de Julio. Las endiabladas obras del metrobús parecen un mensaje que recibe en forma cotidiana. En el futuro ese transporte puede ser una solución, pero en la actualidad se trata de una tortuosa compañía. Muchas veces hay ruido y altera a Lavagna y a sus interlocutores. El último ministro de Economía que tuvo peso político propio en la Argentina sabe que esa alteración tiene origen en Mauricio Macri, el jefe de gobierno de la ciudad, con quien protagoniza, casualmente, tironeos electorales algo estruendosos.
Lavagna mantiene el mismo tono durante todo el reportaje, pero sus frases son por momentos punzantes definiciones políticas. "Esta mesa es transparente. Así soy yo también. Nada voy a hacer yo por debajo de la mesa", advierte cuando se le informa que en el Pro algunos preferirían evitar (¿esconder?) algunas de sus compañías del peronismo no kirchnerista, entre ellas, el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano.
El ex candidato presidencial ratifica su postulación para senador por la Capital Federal, pero sugiere que no le va la vida en ello, aunque resalta una y otra vez que hace "18 meses" que viene zurciendo un paño político que pueda servir para cubrir una coalición electoral amplia. Que incluya al macrismo, pero que también pueda prescindir de él.
Miércoles 15 de Mayo de 2013 - 20:28 hs
Lavagna: \\"A Macri se me puede ocurrir llamarlo en un rato o dentro de dos años\\"
Fuente: La Nación