Sin que las presidentas Cristina Fernández y Dilma Rousseff hayan logrado demasiados avances en torno a varios temas que mantienen tensa la relación bilateral, los equipos técnicos de Brasil y la Argentina intentarán cerrar mañana en Montevideo la negociación para avanzar en un nuevo acuerdo automotriz.
De acuerdo con diversas fuentes oficiales y privadas, la decisión conjunta sería prorrogar por un año más el actual Pacto Automotor Común (PAC) negociado en 2008, que fija un mecanismo de administración del comercio bastante favorable a ambos países. Hoy, por cada dólar que importa Argentina de Brasil puede exportar hasta u$s 2,5, mientras que por cada dólar que importa el vecino país de la Argentina en materia automotriz, puede exportar u$s 1,95. Ninguno de los dos países cumplió con el Flex un índice que mide los términos del intercambio, pero en esta negociación Brasil volvió a insistir en el libre comercio y Argentina reclamó un comercio más administrado.
Lo concreto es que durante las negociaciones de los últimos meses las partes no lograron ponerse de acuerdo, por lo que avanzaron en torno a una prórroga del actual convenio. A ambos países nos conviene prorrogar el acuerdo, dijo una fuente del Gobierno cercana a la negociación.
Este fue uno de los tópicos que abordaron Cristina y Dilma en el encuentro de todo el día del jueves pasado en Casa de Gobierno, que terminarían de pulir los equipos técnicos mañana en Montevideo, a propósito de un encuentro del Mercosur, según adelantaron las mandatarias. Otros puntos del acuerdo que están en la mesa de negociación, es la posible suba de aranceles para autos y autopartes de extrazona y el aumento del porcentaje de integración nacional de un vehículo.
En 2012, el Flex fue favorable para Brasil. Por cada dólar que importó, exportó u$s 1,3 a la Argentina. El Gobierno pretende que sea 1 a 1, pero aún con un Flex alto como el vigente, el mayor socio del Mercosur no llegó a exportar todo lo permitido.
La crisis externa sumada a la mayor participaron de los autos nacionales y el crecimiento del mercado brasileño, que hizo que las terminales tuvieran que priorizar la plaza local, provocó una disminución de las exportación de Brasil a la Argentina y, por lo tanto, una reducción del déficit comercial. En 2012, el rojo de la balanza en el sector automotriz fue de u$s 1.400 millones, mientras que el año anterior había trepado a los u$s 2.500 millones. El objetivo del gobierno de Cristina Fernández es tender a equilibrar la balanza comercial, cuyo déficit se explica por el sector de autopartes.
Como parte de la negociación, Brasil aceptaría incluir algunas partes de fabricación argentina como nacionales para ser beneficiarias de los incentivos fiscales del Plan Mayor. El Banco de Desarrollo BNDES también apoyaría a autopartistas para realizar inversiones en el país.
En el encuentro de mañana, los técnicos abordarán casi exclusivamente este tema, aunque también podrán surgir reclamos de los brasileños por la caída de las exportaciones generales a la Argentina. El gobierno de Rousseff le transmitió al de Cristina la molestia por la merma en el comercio y se mostró preocupado por el desvío de comercio. Mientras que caen las importaciones de Brasil, crecen las de China.
Las negociaciones por la minera brasileña Vale, que abandonó el plan de inversiones en la Argentina en diciembre con todo lo que ello implicó en términos de empleo, y la venta de Petrobrás de sus activos en el país seguirán siendo analizados por las presidentas, que volverán a reunirse en Brasil en tres meses.
Hoy - Reunión en Montevideo
Lunes 29 de Abril de 2013 - 07:52 hs
La Argentina y Brasil avanzan en una prórroga del pacto automotriz
Los equipos técnicos de ambos gobiernos se encuentran mañana en la capital uruguaya. La decisión final será tomada en los próximos días. Es porque el país vecino quiere libre comercio y la Argentina, mayor administración. Extenderían por un año
Actualizado: Domingo 13 de Marzo de 2016 - 00:04 hs
Fuente: cronista.com