Pese a los retos de gran calado que afrontan, el mayor de ellos la entera reestructuración de un modelo económico basado en el sector bancario, las autoridades chipriotas se felicitan tras concluir las negociaciones del rescate con la troika por haber logrado un acuerdo menos lesivo para sus intereses que los dos suscritos en su día por Grecia. Las ventajas se refieren a dos puntos: un calendario más holgado para el ajuste presupuestario, hasta 2018, y la plena soberanía sobre el yacimiento de gas natural que encierran sus aguas.
En el preacuerdo alcanzado en noviembre de 2012 por el anterior Gobierno, el plazo para la consolidación fiscal era 2016 y los ingresos por la explotación del gas se subordinaban a la devolución de los 10.000 millones de euros del rescate, que ahora, en virtud del pacto con la troika, será devuelto en 22 años, con un periodo de carencia de 10 años y un interés bastante más ventajoso que el de Grecia: un 2,5%-2,7%, en vez del inicial 6% de aquel país.
De ahí que un optimismo entre espontáneo y necesario, para trasladar mensajes positivos a una población acogotada ante el futuro inmediato, fuera la tónica dominante en Chipre tras la firma del memorándum. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) celebraron también la conclusión de las negociaciones enviando un claro mensaje de apoyo. “La CE y el FMI se sitúan al lado de Chipre y los chipriotas para contribuir a que el país y sus ciudadanos recuperen la estabilidad financiera, la sostenibilidad de las finanzas públicas y el crecimiento”, decía un comunicado firmado por Christine Lagarde, directora gerente del FMI, y Olli Rehn, vicepresidente de la CE. El texto alaba los esfuerzos realizados para jibarizar el sector bancario, que supone el 550% del PIB, y “garantizar un sector financiero estable, sostenible y transparente”.
El FMI, puede que escamado por la deriva de la crisis griega, especificó ayer que solo aportará 1.000 millones, es decir, un 10% del rescate (y “el 563% de la contribución del país a la entidad”, como subrayó Lagarde); el resto corresponderá a la Unión Europea. “Es un acuerdo con trastienda: Europa ha sido clemente con Chipre porque quiere tener acceso directo, y preferencial, a sus reservas de gas”, subraya el economista Azos Keiranidis, director del think tank Tucídides. “¿Un buen acuerdo? Sí, muy bueno porque es muy suave, pero habrá que corregirlo al alza en los próximos meses cuando todos comprobemos que la recesión es superior a la prevista y no se alcanzan los objetivos”, alerta sobre un exceso de optimismo.
El Gobierno de Nicosia prefiere exhibir los logros arañados a la troika. Por ejemplo, el mantenimiento de los puestos de 500 docentes que el preacuerdo de noviembre preveía suprimir, mediante una “contribución solidaria” en los sueldos públicos del 0,8% al 2%, según escala salarial; o preservar el sistema de salud público —cuyos únicos beneficiarios son a día de hoy los funcionarios, con independencia de sus ingresos, y las personas sin recursos— mediante una tasa temporal del 1,5% sobre el sueldo de los primeros hasta que se implemente un sistema nacional de salud.
Jueves 04 de Abril de 2013 - 08:34 hs
Chipre celebra un acuerdo de rescate menos lesivo que el de Grecia
Fuente: elpais.com