LT10 - Claudio Loser no descartó la posibilidad

Lunes 25 de Marzo de 2013 - 07:44 hs

El desdoblamiento cambiario es una solución posible pero no perfecta”

Afirmó que el dólar paralelo se dispara porque no se sabe hacia dónde va la economía. Señaló que desdoblar el mercado cambiario sería una solución de corto plazo. Aseveró que el problema cambiario de la Argentina es una señal de los desequilibrios económicos

El economista Claudio Loser consideró que el desdoblamiento del mercado cambiario es una “solución intermedia, no perfecta, pero posible” para las distorsiones que crea el dólar paralelo.

Además, el ex funcionario del FMI y director de Centennial-Group Latin America anticipó que si la Argentina no mejora las condiciones del canje para los holdouts, la Cámara de New York ordenará el pago del 100% de la deuda.

El siguiente es el diálogo que mantuvo con El Cronista:
–¿Cómo evalúa la situación cambiaria en la Argentina?
–Es la punta de un témpano. Refleja un estado de desequilibrio muy importante. Un mercado cambiario que está totalmente controlado, porque está atrasado respecto de la inflación interna y de la externa, con Brasil y Chile, por ejemplo, y eso hace que sufran las exportaciones, mientras las importaciones están sujetas a restricciones. El Gobierno dice que es especulación, pero es nerviosismo porque no se sabe hacia dónde va la economía.

Sin embargo, ¿un mercado tan chico no podrían estar manejándolo unos pocos especuladores?
–Acá uno se puede volver semántico. La gente dice “voy a comprar dólares”, y esto es el síntoma no la enfermedad. Creo que no es especulación. No tengo un conocimiento del tamaño del mercado, pero lo que he podido observar es que la gente hace transacciones basadas en ese tipo de cambio porque tiene miedo. El tema en última instancia es que la gente está muy nerviosa. Es una impresión basada en muchos años de observar lo que pasa en la Argentina y en otras partes.

¿Vería como una solución el desdoblamiento del mercado de cambios?
–Es mejor de lo que hay ahora. Para pasar de una situación caótica a una ordenada, a veces es bueno pasar al desdoblamiento, pero no es algo de largo plazo. Puede existir en Venezuela. Pero la experiencia en Argentina y América Latina muestra que los que tienen las cosas ordenadas ya no lo usan, porque se impiden los bicicleteos de uno a otro mercado. Es una solución intermedia, no perfecta, pero posible

¿Qué cree que presentará este viernes el Gobierno argentino ante la Cámara de New York?
–Es importantísimo presentar una propuesta seria, que sea aceptable para la contraparte. Por supuesto, los holdouts dicen hay que pagar los u$s 1.300 millones, pero debe ser lo más cercano posible a eso. Creo que el Gobierno ya tiene en claro que no puede extenderlo más. La Cámara va a tomar una decisión y no tiene otra opción, porque la posibilidad de ir a la Corte es muy difícil.

¿Cree que los holdouts aceptarían un canje similar a los que ya ofreció Argentina?
–Ellos no aceptaron. Acá hay un elemento de compensación que tiene que existir porque fueron dejados de lado. Hubo una acción unilateral. El Gobierno dijo a los que no ingresaron: “nos olvidamos de la deuda”. Los otros aceptaron los bonos, extinguieron su obligación. No creo que haya una acción por los bonistas que ya entraron. Perdieron la chance y no pueden volver a reabrirla. Para terminar con esto y el exilio en el mundo financiero, el Gobierno debe ofrecerles a los holdouts algo más; hay que ver como lo presentan para que no se vea como algo muy distinto. Si no ofrecen algo diferente, la Cámara va a ir por el “tienen que pagar todo”. Van a decir que no hay voluntad de encontrar una solución.

¿Cómo sigue la relación de la Argentina con el FMI? ¿Y en el Banco Mundial y el BID?
–No se escucha nada pero los plazos están corriendo. En la Argentino el voto de censura se leía como esto es “una vez más nos retan un poquito y ya está”. Pero esto es un proceso formal y que si no se soluciona la medición de la inflación y otras cosas, el proceso sigue. Hay una maquinaria que está en funcionamiento y termina en la expulsión del Fondo, que implica la del Banco Mundial también. Desde el año 50 no ha pasado una cosa así, y recién podría ocurrir en dos años. No es que se van a apurar los plazos. El próximo es a fin de año. Pero se van a ir perdiendo puntos. Y cada vez hay más países que votan en contra en el Banco Mundial y el BID, y esto complica financiamiento de largo plazo y barato que la Argentina puede conseguir. Silencio no implica aceptación por parte del Fondo.

Fuente: cronista.com