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Dos ciudadanos brasileños y uno argentino estaban demorados anoche en la comisaría 8ª acusados de haber robado un costoso auto importado del interior de una concesionaria del barrio Refinería y abandonarlo siete horas más tarde en la playa de estacionamiento de un shopping de la zona norte de la ciudad. En las horas en que nadie supo nada del vehículo, los ladrones se hicieron tiempo para polarizarle los vidrios y ponerle una patente brasileña.

El misterioso episodio que ayer generaba más dudas que certezas trascendió poco después de las 10 de la mañana de ayer cuando en la comisaría 8ª se recibió la denuncia de los responsables de la concesionaria Stern Motors, ubicada en Junín 250, frente al shopping Alto Rosario. Los empresarios dijeron entonces que un hombre de mediana edad y muy bien vestido había ingresado al local como un presunto cliente y que, tras saludar amablemente a los empleados, se dirigió hacia la parte lateral del predio, donde se encuentra el taller y el playón de estacionamiento de los vehículos que comercializan

Al respecto, la concesionaria que vende en la ciudad las marcas Mercedes Benz, Porsche y Land Rover, está emplazada en un terreno de 4.600 metros cuadrados de los cuales 3.600 son cubiertos y se distribuyen en dos plantas. En la planta baja se ubica el taller mecánico y el showroom de exhibición de modelos; y en la planta alta se sitúan las oficinas administrativas, el comedor y un depósito.

Así, el falso cliente caminó hacia donde estaban los costosos vehículos estacionados, se subió a un Mercedes Benz C250 blanco sin patente valuado en poco más de 70 mil dólares, se acomodó en la butaca, lo encendió y se marchó sin despertar sospechas en el personal de seguridad de la empresa y en los otros empleados que allí estaban.

La búsqueda. A partir de la denuncia, desde la comisaría 8ª se dio aviso a la sección Sustracción de Automotores de la Unidad Regional II y entonces empezó un "trabajo hormiga" para dar con un auto de alta gama poco común en las calles rosarinas. "Se observaron las filmaciones de seguridad de la empresa y se mandaron brigadas a todos los peajes cercanos a la ciudad para poder observar los registros y ver si los ladrones se habían ido de Rosario. Cuando comprobamos que eso no había ocurrido nos pusimos a buscar en los lugares de mayor concentración de gente y se dio el alerta también a todas las fuerzas de calle para detectar un auto similar", comentó el comisario Guillermo Morgan, jefe de la Agrupación de Unidades Especiales.

En ese marco de la pesquisa, personal policial que cumplía servicios adicionales en el shopping Portal de Rosario, ubicado frente al parque Alem, detectó que en el sector D7 del segundo piso del estacionamiento del centro comercial había un auto de similares características al que se estaba buscando pero con patente brasileña, más precisamente la chapa EDZ5989 de la ciudad de San Pablo.

Entonces agentes de Sustracción de Automotores fueron hasta el lugar con los responsables de la concesionaria y comprobaron que el vehículo era el mismo que se habían robado siete horas antes del comercio de Junín 250. "El vehículo estaba en perfectas condiciones aunque tenía dos cambios. Le habían puesto la patente y le habían polarizado los vidrios", dijo un pesquisa que participó de la búsqueda. Y a pesar de que en la playa de estacionamiento del shopping quedó una consigna policial a la espera de que alguien vaya a buscar el auto, nadie apareció y los policías lo secuestraron.

A partir de ese momento empezó un trabajo de inteligencia para dar con el lugar en el cual el auto había estado escondido durante el trabajo de polarizado. Así, sobre la base de lo registrado en videos de seguridad de la consesionaria y del shopping, los pesquisas llegaron a un negocio cercano a la empresa de la cual el vehículo había desaparecido y demoraron a las tres personas que trabajan y viven allí: dos ciudadanos brasileños de mediana edad y un argentino.

Los tres hombres deberán declarar hoy ante el juzgado Correccional número 6, a cargo de Rodolfo Zvala, magistrado que deberá tratar de echar luz sobre el misterioso robo.

En tanto, los policías que trabajaron sobre el extraño hecho arrojaban anoche tres hipótesis sobre lo sucedido: pudo ser un mensaje hacia la concesionaria por motivos desconocidos, pueden haber querido usar el auto para cometer un delito o para llevárselo del país, para lo cual deberían contar con papeles que avalen la patente que le habían colocado, chapa que deberá ser peritada para saber si es original o trucha.