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A más de un mes de relanzados los controles de precios en las cadenas de supermercados y de electrodomésticos, y ante la expectativa de que el Gobierno buscará extenderlos hasta las elecciones, los consumidores revelaron que el costo de los productos aumentó, que hubo faltantes en las góndolas y que este tipo de acuerdos no sirve para bajar la inflación.

Estas son las conclusiones de una encuesta realizada por la consultora Management & Fit a 409 personas de la provincia de Buenos Aires la semana pasada. Comparando la visita más reciente al supermercado con la inmediata anterior, el 39% de los entrevistados respondió que los precios habían aumentado un poco, mientras otro 42% consideró que crecieron mucho, y apenas 11% encontró los precios sin cambios.

A su vez, más de la mitad de los encuestados (54%) manifestó que hay faltantes de algunos productos, en tanto para un 15% la escasez es más importante. Un 24% de los consumidores afirmó que no había encontrado productos en falta en las góndolas.
Las consultoras que relevan precios y que difunden todas juntas el índice de inflación mensual a través del Congreso afirmaron que en febrero los precios de los productos que venden los supermercados estuvieron planchados y que eso se explica por el acuerdo cerrado de manera verbal con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. La inflación del mes pasado habría sido del 1%, desde el 2,5% de enero.

Pero los consumidores no sólo respondieron que de una visita al supermercado a la siguiente los precios habían subido y que detectaron faltantes, sino que dijeron descreer de los acuerdos de precios como mecanismo para atacar la inflación. El 66% estima que los controles no servirán para bajar los precios, un 15% consideró que se reducirán mientras dure el congelamiento y apenas un 5% fue optimista respecto de la efectividad de la medida a mediano y largo plazo.
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¿Esto significa que los controles están condenados a fallar? No necesariamente, si se toma este tipo de mediciones como una señal de alerta temprana y se corrigen los problemas asociados”, consideró la consultora.

Además, sugirió que se necesita, entre otras cosas, explicitar el acuerdo formalmente, integrar a otros eslabones de la cadena de valor, extender los plazos y publicar listas con precios de referencia. “Con una mirada más global, la clave se encuentra en la articulación de una política económica (fiscal, monetaria, cambiaria y de ingresos) consistente con una inflación más baja, aunque ello implica cambios radicales en el diagnóstico y en la estrategia económica oficial”, precisó el informe.

La extensión de los plazos se está evaluando y ya hay versiones que indican que el Gobierno pretende estirar el compromiso hasta octubre. Desde el supermercadismo informaron que todavía no fueron convocados por este tema, pero no descartan que ocurra.

En cuanto a la integración de otros eslabones de la cadena, trascendió también que en los próximos días habría reuniones con algunas industrias con el objetivo de integrarlas en este plan de moderación de los precios. Según anticipó Moreno a algunas empresas, las citas serían para la segunda quincena de este mes.