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Esta es la declaración de la Juventud Radical santafesina por el voto obligatorio desde los 16 años y sin condicionamientos del poder. Fue consecuencia de un prolongado plenario que emitió anoche la declaración que se expone a continuación:

Convocados por el Comité Provincial y el Congreso Provincial de la Juventud Radical, delegados, presidentes de comités departamentales y de distrito representantes de la JR de la provincia de Santa Fe nos reunimos para analizar los proyectos que posibilitarían el ejercicio del derecho al sufragio desde los 16 años. Tras cuatro horas de debate y habiendose expuesto diversas posiciones y valoraciones, expresamos:

1. La Unión Cívica Radical es el partido de los derechos políticos en la Argentina: desde la revolución del Parque en 1890 y la Ley Sáenz Peña hasta la recuperación de la democracia en 1983 ha protagonizado las luchas por la consagración, defensa y recuperación de los mismos. Resulta coherente con nuestra historia y con nuestra razón de ser propugnar la ampliación de los derechos políticos, en este caso el derecho al sufragio desde los 16 años.

2. En línea con este pensamiento y nuestra histórica tradición de defensa del sufragio, creemos que el voto debe ser en todos los casos obligatorio, tal como lo sostiene la Constitución Nacional; entendiendo al voto obligatorio no como carga pública, sino como garantía de que puedan votar todos en igualdad de condiciones. Así como en 1912, el voto obligatorio es la mejor forma de limitar el poder de los que -aún hoy- utilizan sus posiciones de poder político o económico para intentar controlar la voluntad popular.

3. Somos jóvenes y vivimos, como muchos otros, las contradicciones del modelo Kirchnerista: esta realidad que nos atraviesa más allá del relato oficial, es la que nos motiva a pensar que -convocados a las urnas- no hay motivos de peso para que los mayores de 16 años adhieran al oficialismo. En este país que crece desde hace 10 años a tasas record, nunca hubo como hoy tantos jóvenes que no estudian ni trabajan, tantos jóvenes que no logran terminar la educación secundaria, tantos jóvenes víctimas de la marginalidad, la drogadicción, la criminalidad creciente y la falta de oportunidades. Ninguno de estos temas son abordados por el gobierno nacional que, por el contrario, elige esconderlos bajo la alfombra de las estadísticas truchas. No tenemos ningún temor a que los jóvenes voten, más aún, queremos que las urnas sean el vehículo por el que los jóvenes puedan expresar sus anhelos de construir un país distinto a la Argentina desigual que nos propone el kirchnerismo.

4. La convocatoria a las urnas desde los 16 años implica también repensar el sistema de formación democrática en las escuelas, poner más énfasis -y desde edades más tempranas- sobre el funcionamiento de la democracia, las instituciones de la República, los procesos electorales y las implicancias propias del ejercicio ciudadano.

5. Expresamos nuestra preocupación por el contexto en el que se está proponiendo esta modificación de la legislación electoral. No podemos ocultar que -en contradicción con el discurso que emana de las usinas estatales acerca de los derechos políticos- este es el Gobierno que más está haciendo desde 1983 para restringir derechos civiles como la libertad de expresión, que viene clausurando espacios para la expresión del disenso, que utiliza los recursos del Estado para imponer una visión sesgada de la historia y del presente, invadiendo las escuelas para hacer política partidaria disfrazandola de políticas públicas.
Nos permitimos dudar de las verdaderas intenciones de un Gobierno cuyo Ministerio de Educación tolera que la formación democrática en las escuelas quede en manos de La Cámpora u otros sectores partidarios.
Más allá de la nobleza de la causa, denunciamos la pretensión oficial de manipular la voluntad de los jóvenes, a los que convoca a votar de manera optativa pero les impone de manera obligatoria el discurso único que están llevando, por ejemplo, a las instituciones educativas.
La ampliación de los derechos políticos y el retroceso de los derechos civiles no sólo son una contradicción sino que implican el mejor reaseguro para el predominio de aparatos políticos como el del PJ, que nada tienen que ver con el proceso de democratización de la sociedad argentina.

6. Exhortamos a nuestros legisladores a revisar el resto de la normativa electoral y de partidos políticos para adaptarlas en su conjunto a la participación de los mayores de 16 años y a votar o impulsar en el Congreso de la Nación iniciativas que contemplen nuestras intenciones y preocupaciones.

7. En síntesis, creemos en que los mayores de 16 años deben ejercer el derecho al voto, que la mejor forma de proteger ese derecho de los abusos del poder es la obligatoriedad del mismo, y que para que el voto pueda ejercerse plenamente, nel sistema educativo debe generar una formación más intensiva, temprana, plural y sin injerencias de las parcialidades políticas, para que al mismo tiempo que se le garantiza a los mayores de 16 años el derecho a votar, se les brinde todas las garantias para que puedan hacerlo de manera libre y sin condicionamientos de ningún tipo.