LT10 - Se repite el fenómeno

Martes 07 de Agosto de 2012 - 10:23 hs

Volvió a llorar una imagen de la Virgen de San Nicolás

El hecho se produce desde hace 11 años y la dueña de la imagen ha experimentado también estigmas. Luego de que esto sucede, la mujer -vecina de Avellaneda- afirma que Jesús se le aparece para dejarle mensajes.

Como viene haciéndolo desde hace once años en un hecho que sus protagonistas califican como “extraño y milagroso”, una pequeña imagen de la Virgen de San Nicolás volvió a llorar sangre, al tiempo que su propietaria, una vecina de Avellaneda, experimentó los estigmas de Jesús. El conmocionante fenómeno comenzó a manifestarse hace tres días, cuando Marta Rosemberg notó que la pequeña estatuilla de la virgen de San Nicolás derramaba lágrimas de sangre, signo inequívoco -según ella- del principio de un nuevo diálogo con Dios.

Marta, que prefiere llamar a este hecho un “milagro o manifestación divina” y no un fenómeno, también empezó a sentir en su cuerpo los estigmas de Jesús, las marcas sangrantes en las muñecas, rodillas, frente y pies.

No es novedad para ella ya que, según explicó a este diario, las señales que anuncian un privilegiado diálogo con Jesús se reiteran todos los años desde hace once años.

Todo comenzó en 2001 cuando Marta, que vive en una modesta vivienda de Crucesita, en el partido bonaerense de Avellaneda, adquirió en Villa Madero un cuadro del “Divino Rostro de Jesús” en un local de “Todo por dos pesos”.

Según el testimonio, “a los cuatro meses la imagen comenzó a derramar lágrimas de sangre”. Más tarde, Marta compró la imagen de la Virgen de San Nicolás que en la actualidad conserva aislada dentro de una caja de vidrio “inviolable”.

Según explicó, su contacto con la divinidad se reitera sin falta todos los años, en una secuencia que empieza con la “sanguinación” de las imágenes religiosas y la aparición en su propio cuerpo de la señales de los estigmas y sigue con un diálogo con Dios en la que recibe mensajes.

“No hay regularidad ni podría haberla porque es la voluntad divina la que se expresa en cualquier momento”, explicó Marta a este diario. Las imágenes comienzan a lagrimar sangre, las llagas de su cuerpo a sangrar y más tarde Jesús se le aparece para dejar sus mensajes.

Ante una pregunta de DIARIO POPULAR la mujer explicó que las llagas son dolorosas y que a causa de su aparición es tratada por los médicos. “Me siento muy mal, me duele la carne”, expresó la mujer, que dijo que los médicos le hacen un seguimiento muy estricto para controlar sus parámetros.

“Tomo Ibuprofeno para aliviar los dolores estomacales porque los de las llagas no se atenúan”, dijo Marta que sostuvo que “la posición de elegida no es fácil y no sé por qué fui elegida”.

La mujer explicó que la imagen no llora “porque sí”, sino que lo hace “con un sentido muy levado”, lo que luego se expresa en una comunicación con Jesús que ella debe “descifrar”.

“Es un aviso a la Argentina con malas y buenas nuevas”, señaló la mujer que explicó que tras comunicar al obispado de Avellaneda el fenómeno recibió el consejo de usar el don para sanar a otros.

En estos momentos la señal The History Channel realiza un documental con su caso, que está en etapa de edición, según adelantó Marta y que se titulará “Milagros Decodificados”: Marta, que es casada y de profesión psicóloga, aunque no ejerce, explicó que su deseo “es aprovechar su privilegiada relación con Dios” para ayudar a los demás.

“Nos gustaría tener un asilo para ancianos abandonados y para eso hemos formado una Fundación que es incipiente porque nos faltan fondos”, explicó.

La extraña manifestación de los estigmas de Jesús tuvo un antecedente notable en el caso del padre Pío, que en 2002 fue canonizado por el Papa Juan Pablo II, a pesar de que anteriores pontífices como Juan XXIII y Pablo VI habían mostrado dudas sobre la santidad del referido padre.

El padre Pío era oriundo de Pietrelcina (Italia) y habría recibido sus estigmas en 1918, ocho años después de haber sido ordenado como padre.

Entre las capacidades divinas que se le atribuían figuraba la de leer las conciencias, la profecía, las curaciones milagrosas, la bilocación (estar en dos lugares al mismo tiempo), entre otras.

La historia fue puesta en duda por una farmacéutica, quien habría reconocido que le suministraba al padre un tipo de ácido que le permitía mantener abiertas las heridas que él mismo se infligía. La farmacéutica, llamada María de Vito, sostuvo que el padre le pedía aquel ácido con la excusa de “desinfectar jeringas”, pero el Vaticano desestimó ese testimonio y finalmente aceptó que las llagas del padre Pío eran auténticos milagros.


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Fuente: diariopopular.com.ar