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Miércoles 27 de Junio de 2012 - 07:53 hs

La Presidenta denunció “extorsión” y advirtió que “quieren violencia

El hermético silencio de Cristina Fernández de Kirchner duró casi una semana. Desde que adelantó por unas horas su regreso al país desde Brasil, el pasado miércoles, se aguardaba la visión presidencial sobre el conflicto con el camionero Hugo Moyano. Dentro del kirchnerismo celebraron ayer que la espera valió la pena. En duros términos, la mandataria cargó contra la protesta que el líder cegetista llevará frente a la Casa Rosada. No sólo buscó minimizar el reclamo del piso del impuesto de ganancias, sino que, además, a raíz de la muerte de nueve gendarmes que habían sido trasladados al yacimiento Cerro Dragón, anunció que las fuerzas de seguridad no custodiarán la marcha a la Plaza.

Con el lanzamiento de una serie de créditos para jubilados como telón de fondo en una cadena nacional en el Salón de las Mujeres, Cristina Kirchner esgrimió un extenso discurso, con más de cinco mil palabras, en el que Moyano no fue su único blanco. Con el reclamo de “cada gobernador tiene que hacerse cargo”, la mandataria apuntó contra el chubutense Martín Buzzi, por el trágico accidente en su provincia, y al bonaerense Daniel Scioli por sus finanzas en rojo. Fue una de cal y otra de arena para el ex motonauta: a pesar del reto, con la contundente “no basta con poner la cara, hay que administrar”, la jefa de Estado le confirmó que la Nación le enviará el dinero que reclamaba para el pago de sueldos y aguinaldos.
Apenas fue declarada la guerra entre Moyano y el Gobierno, se aguardaba la réplica presidencial. En línea con la defensa ya esgrimida por el elenco K, Cristina Kirchner catalogó de “extorsión” la protesta camionera. No obstante, evitó nombrar al ex aliado del kirchnerismo. “No habrá amenaza, insulto o agravio que me aparte del camino que me he fijado”, aseveró. “Mientras el mundo está al borde del Titanic, nosotros estamos en un bote aguantando la tormenta y los principales beneficiarios de ese proyecto están tratando de pincharlo”, se quejó.

Más adelante, la jefa de Estado denunció que desde sectores políticos o gremiales “quieren evidentemente que haya violencia”. Y añadió que “si estaban buscando un muerto, bueno ya lo han encontrado en un accidente”. Con ese choque como justificativo, anunció en la marcha de hoy no habrá personal de seguridad y que sólo se custodiará la Casa Rosada.

El moyanismo recogió el guante. “Nombra a los gendarmes muertos. Alguien que le alcance la lista de los 51 muertos en la tragedia de Once”, le retrucó el judicial Julio Piumato vía Twitter.

Cinco párrafos destinó la Presidenta a desarmar el principal argumento por el que Moyano convocó a la marcha. En base a un informe de la Afip, justificó que el 19% de los poco más de 9 millones de trabajadores pagan el impuesto a las ganancias, un tributo “que existe en todas partes del mundo”, precisó. En otro tramo, acusó que el 41% de la masa salarial, que llega a los $ 62 mil millones queda en manos del 19% de los empleados. E ironizó, en un claro mensaje al Camionero: “Sería interesante discutir esto de hacer socialismo con la plata del Estado, pero que cuando vienen a tocar la tuya, sos el liberal más acérrimo, sobre todo si te querés seguir llamando peronista”.

Fuente: cronista.com