Moscú se prepara para acoger esta mañana la primera gran manifestación de la oposición desde la toma de posesión de Vladímir Putin, el pasado 7 de mayo. También será la primera marcha de protesta desde que el Parlamento aprobó altas multas que restringen las movilizaciones. Se espera que acudan decenas de miles de personas a reclamar elecciones libres y clamar contra el régimen de Putin. Los analistas estiman que los registros, el lunes, de las viviendas de varios destacados opositores como el bloguero Alexéi Navalni, del líder del Frente de Izquierdas, Serguéi Udaltsov, y su esposa, y de los activistas Ilia Yashin y Txenia Sobchak.
Todos los líderes han sido convocados para ser interrogados una hora antes de que arranque la protesta. Navalni explicó tras el registro el lunes que llamarle a declarar es un intento de evitar que acuda a la protesta a la que, sin embargo, aseguró que asistirá.
Los activistas hicieron múltiples llamamientos a participar en Facebook y Twitter. ¡A todos los que estáis en Moscú! Si no quieres vivir en una dictadura como antaño, pues [ven a la manifestación]", tuiteó Lyapis Trubetskoy. Más de 6.500 personas dijeron en Facebook que asistirán a la protesta.
La disidencia, que ha celebrado reiteradas protestas en las calles desde las últimas elecciones, demostrará con el denominado mitin de los millones si es capaz de mantener el desafío ahora que Putin ha dejado claro que no está dispuesto a tolerar que su autoridad sea puesta en entredicho por las calles de Moscú.
La marcha empezará sin los principales líderes porque estarán declarando ante las autoridades. "El interrogatorio es una estúpida formalidad que solo busca impedir que hablemos en la manifestación", ha declarado el activista Navalni a las puertas del Comité de Investigación.
En vísperas de este mitin de protesta, funcionarios del Comité de Investigación (una entidad complementaria de la Fiscalía creada en época del actual jefe del Estado) practicó registros y confiscó documentos, material informático, propiedades personales y dinero en los domicilios de los líderes de la disidencia con el aparente fin de neutralizarlos e impedirles manifestarse este martes.
Lo que han denominado el mitin de los millones fue autorizado por el Ayuntamiento tras una ardua negociación. La convocatoria, en demanda de unas elecciones libres y en contra del régimen representado por Putin, coincide con el llamado “día de Rusia”, en el que se conmemora la aprobación, en 1990 a instancia de Borís Yeltsin, de la declaración de soberanía del territorio ruso, que por entonces estaba integrado en la Unión Soviética.
El mitin del martes, en el que se esperan decenas de miles de personas, supone la culminación de un periodo de medio año de protestas, que comenzaron en diciembre pasado, al filo de los comicios para elegir la Duma Estatal de Rusia, y que han continuado tras las elecciones presidenciales del 4 de marzo. Por sorpresa, sin ceremonias y con negligencia de los procedimientos legales como la presencia de abogados, funcionarios del Comité de Investigación irrumpieron el lunes por la mañana en los domicilios moscovitas del bloguero Navalni, del líder izquierdista Udaltsov, su esposa, y de los activistas Yashin y Sobchak, entre otros.
Los representantes de la autoridad confiscaron ordenadores, propaganda y dinero, como resultado de sus pesquisas, según fuentes del Comité de Investigación. Los registros en el domicilio de Navalni se prolongaron durante más de once horas. Además, fuerzas antidisturbios enmascaradas rodearon los locales de Rospil, el centro anticorrupción desde el que Navalni realiza sus delicadas investigaciones. Las fuerzas del orden no han podido entrar en estos locales por encontrarse cerrados, ya que el lunes era día feriado. Tampoco pudieron entrar en el domicilio de Borís Nemtsov, el político que fue vicejefe de Gobierno que hoy es uno de los líderes de la oposición. Nemtsov, que estaba ausente, declaró que se dirigiría directamente en el mitin, para evitar que le entreguen una citación judicial para declarar.
Todos los líderes cuyos domicilios fueron registrados deben comparecer esta mañana en un interrogatorio, cuyo motivo oficial es dirimir las responsabilidades sobre los desórdenes ocurridos en la plaza de Bolótnaia de Moscú el 6 de mayo pasado. En aquella ocasión se produjeron violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que de modo inusual restringió el acceso al lugar donde había sido autorizado el mitin. A finales de mayo la policía comenzó a detener a supuestos provocadores y la cifra de los detenidos se ha elevado el lunes a 13. Sin embargo, entre estos detenidos no figuran los líderes de la oposición que han sido implicados en los desórdenes. El caso es que Ksenia Sobchak, convocada a declarar, no participó en la manifestación del 6 de mayo. Sobchak es hija del exalcalde de San Petersburgo Anatoli Sobchak y de la senadora Liudmila Narúsova. Además es ahijada de Vladímir Putin, que se formó como político en el equipo de su padre.
Todos los líderes de la oposición han sido citados a las 11 de la mañana hora local, es decir, una hora antes de que comience la marcha que ha de culminar en la avenida Sájarov a las tres de la tarde. Los preparativos del mitin continuaban anoche y diversos politólogos opinaban que la afluencia será mayor tras la operación de acoso emprendida por las autoridades. Stanislav Belkovski afirmaba que Putin había hecho una buena publicidad a la causa de la oposición y la socióloga Olga Kryshtianovskaia, que ha anunciado la interrupción de su militancia en el partido Rusia Unida, consideraba que la situación es “normal” porque “estamos en una guerra”.
El exministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, por su parte, señaló que el ambiente se ha radicalizado en Rusia debido a los arrestos y la nueva ley que incrementó las multas por las infracciones en los mitines. La semana pasada, con una velocidad de vértigo, esta ley fue aprobada por las dos cámaras del parlamento y firmada por el jefe del Estado, quien desoyó así los argumentos jurídicos presentados por Mijaíl Fedótov, el jefe del consejo de ayuda al desarrollo de la sociedad civil y los derechos humanos adscrito a la presidencia. Once miembros de este consejo consultivo han renunciado a su puesto desde que Putin fue elegido.
Martes 12 de Junio de 2012 - 08:33 hs
La oposición rusa sale a la calle en un nuevo capítulo de su desafío a Putin
Fuente: elpais.com