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Las casas de cambio trabajan casi exclusivamente con un sólo tipo del cliente: el que panea viajar al exterior. Según fuentes del mercado, en una operatoria diaria que está deprimida por demás, los hasta u$s 50 mil que le venden por día a los viajeros al menos le ponen un piso a la actividad cotidiana.

La puesta en marcha del formulario de la AFIP para informar vida y obra de cada viajero antes de poder comprar dólares puede haber desincentivado a clientes que tienen ingresos en negro, pero genera las pocas “validaciones” que los operadores ven en sus pantallas.
En distintas casas de cambio porteñas señalaron a El Cronista que el parate en la actividad continúa como resultado los límites impuestos a la compra de divisas a fines del año pasado.

Los únicos datos consolidados que tiene el sector son los que publica trimestralmente el Banco Central, y muestran que en el primer trimestre del año las ventas de divisas por parte de residentes cayeron a 750 millones mensuales, un cuarto del promedio mensual del último trimestre del año pasado.

Pero el refuerzo del cepo cambiario durante los primeros días de mayo redujo la actividad del mercado minorista formal casi a cero, con la consecuente disparada de la cotización del dólar informal.

Ahora, el mercado minorista formal se sostiene con los pocos ahorristas validados por la AFIP más las compras de personas que necesitan las divisas para viajar al exterior.
En una tradicional casa de la city porteña aseguraron a este diario que las compras hechas por viajeros son la principal fuente de operaciones minoristas. El monto, en su caso, llega a los u$s 50.000 diarios comprados por quienes necesitan el dinero para viajar fuera del país.
“Los que llenaron el formulario de la AFIP para viajar al exterior son, prácticamente, los únicos clientes”, señaló el dueño de otra casa de cambio porteña.

En sí, las operaciones de compra de moneda extranjera hechas por personas que van a viajar al exterior figuran como operaciones de atesoramiento de dólares, por lo que en un principio en el sector pensaron que la AFIP había ablandado el cepo a medida que aumentaban los clientes aprobados por el ente recaudador. Pero es tan raro ver clientes validados que empezaron a consultar a los clientes si habían llenado el formulario para viajeros: “4 de cada 5 lo habían hecho”, comentaron en una casa de cambio.

Según el monitoreo que hace la Cámara Argentina de Turismo (CAT) desde que el formulario del ente recaudador fue estrenado, la semana pasada, el 90% de las operaciones de compra de divisas para viajar están siendo validadas, luego de completar el engorroso formulario que está en la Web de la AFIP.

“El 10% restante se trata de personas que no tienen código fiscal o que, directamente, tienen todos sus ingresos en negro”, explicó Fernando Gorbarán, secretario de la CAT.
“Por lo que sabemos de los bancos y casas de cambio, estamos tranquilos porque el que viaja al exterior es el que más facilitada tiene la compra de moneda extranjera”, agregó Gorbarán.