La etapa que comienza en Colón trae definiciones fuertes y una de ellas tiene como protagonista a una de las figuras más emblemáticas de los últimos años. Luis Miguel “Pulga” Rodríguez, símbolo del título de 2021 y referente indiscutido para el hincha, no forma parte del nuevo proyecto deportivo que impulsa la comisión directiva encabezada por José Alonso, junto al manager Diego Colotto y el entrenador Ezequiel Medrán.
La decisión ya está tomada puertas adentro: el Pulga no será considerado en la planificación futbolística que busca refundar al plantel sabalero. Sin embargo, el escenario está lejos de resolverse con rapidez. El experimentado delantero tiene contrato vigente hasta el 31 de diciembre de 2026, un detalle central que complejiza cualquier salida anticipada.
En las últimas semanas, Rodríguez se mantuvo entrenando de manera particular en Simoca, su ciudad natal, apartado del plantel profesional mientras aguardaba definiciones sobre su futuro. En paralelo, su representante Roberto San Juan entabló conversaciones con la dirigencia para intentar encontrar una salida consensuada. Aunque circularon versiones sobre un posible acuerdo, lo concreto es que hoy las posiciones están muy distantes y no hay avances significativos.
Ante este panorama, el Pulga deberá presentarse el próximo viernes 2 de enero en el Predio 4 de Junio para iniciar la pretemporada junto al resto de sus compañeros, tal como lo establece su vínculo contractual. Mientras tanto, los dirigentes continuarán negociando una desvinculación que, al menos por ahora, aparece lejana.
De todos modos, el escenario no está completamente cerrado. En Colón no descartan que la situación pueda modificarse si se dan determinados movimientos en el mercado. Uno de ellos es el posible regreso de Federico Lértora, quien públicamente pidió por el Pulga.
Por ahora, la postura institucional es clara: el Pulga no entra en los planes del nuevo ciclo y se le busca una salida. Pero mientras no haya acuerdo, el ídolo deberá cumplir con su contrato y arrancar el año laboral en Santa Fe. Un capítulo sensible, cargado de historia y emociones, que todavía promete nuevos episodios en un Colón que intenta reinventarse sin uno de sus máximos referentes recientes.