En Colón crece la expectativa por dejar atrás uno de los principales obstáculos que condicionó el inicio del mercado de pases. Luego de haber cancelado la deuda con el paraguayo Alberto Espínola, la dirigencia ahora espera que la FIFA levante formalmente la inhibición.
Para resolver el conflicto, el club desembolsó cerca de 400.000 dólares, una cifra significativa que fue afrontada con fondos particulares de los dirigentes. El pago permitió cerrar un reclamo que venía complicando seriamente el armado del plantel y que obligó a priorizar lo económico antes que lo deportivo.
Con la deuda ya saldada, el siguiente paso es meramente administrativo, aunque no menos importante. Colón deberá aguardar la actualización que la FIFA realiza cada lunes en su registro de clubes inhibidos para confirmar si deja de figurar entre los morosos. Un proceso que suele demorar algunos días, incluso cuando el pago ya fue efectivizado.
Puertas adentro saben que es cuestión de tiempo, pero la ansiedad es lógica. Levantar la inhibición es clave para avanzar con tranquilidad en el mercado y formalizar incorporaciones que ya están encaminadas. Por eso, en Santa Fe siguen de cerca cada actualización, con la ilusión de que el nombre de Colón desaparezca definitivamente de la lista y el club pueda enfocarse de lleno en el armado del equipo.