El paso de Cristian García por Colón fue tan breve como frustrante. El volante, que había llegado a Santa Fe por expreso pedido de Andrés Yllana, cerró su etapa en el club sin continuidad, protagonismo y con una salida anticipada. Hoy, su nombre vuelve a aparecer en escena, pero lejos del Brigadier López: fue presentado en Juan Pablo II de Perú.
La presentación en su nuevo club tuvo un tono rimbombante. Desde Perú lo anunciaron como un mediocampista “fuerte, intenso y preciso”, capaz de aportar “equilibrio y jerarquía” en la mitad de la cancha, una descripción que nunca pudo reflejarse en la cancha durante su estadía en Colón.
Desde el inicio, todo fue cuesta arriba. Un problema administrativo retrasó su habilitación y lo dejó fuera de los primeros partidos. Cuando finalmente pudo debutar, las lesiones musculares volvieron a frenar su progreso, cortándole ritmo y continuidad en un momento clave.
Para cuando estuvo en condiciones de competir, el contexto ya había cambiado: Yllana había dejado su cargo y García no logró ganarse un lugar. Su balance final es elocuente: dos apariciones y apenas 54 minutos oficiales.
Sin espacio y sin respuestas futbolísticas, el mediocampista acordó la rescisión de su contrato antes de tiempo y decidió regresar al fútbol peruano, donde ya supo tener rodaje. Así se cerró una experiencia que nunca cumplió con las expectativas y que terminó diluyéndose sin estridencias.