Estudiantes ganó el Trofeo de Campeones 2025, en gran parte, gracias a Lucas Alario: el Pipa ingresó a los 73 minutos de juego, cuando Platense se imponia por 1-0, y metió dos goles de cabeza para establecer el 2-1 final y convertirse en el héroe del equipo platense.
El reloj marcaba apenas cuatro minutos de la segunda mitad cuando Juan Ignacio Saborido metió un lateral profundo hacia el área de Estudiantes, que fue peinado por Ezequiel Piovi, en un intento por rechazar la pelota. Sin embargo, el mediocampista del Pincha tuvo la mala fortuna de que la pelota le cayó en los pies a Zapiola en el borde del área, quien con certero derechazo, venció a un Fernando Muslera muy tapado.
Sin festejarlo, por su pasado en Estudiantes, Zapiola apenas atinó a correr hacia un córner y fue abrazado por sus compañeros, que así celebraron el primer tanto de la tarde. Sin embargo, la alegría duró poco, dado que, a los 34 minutos, Lucas Alario logró empatar las cosas y poner el 1-1.
La igualdad llegó de una manera curiosa. Es que el Calamar estaba con 10 jugadores en la cancha, como consecuencia de la lesión de Ignacio Schor, quién había quedado tendido en el campo de juego y estaba pidiendo el cambio. Sin embargo, la modificación no llegó porque estaban esperando la última ventana y, en medio de esa desigualdad, llegó el cabezazo oportunista de Alario.
El segundo tanto del Pipa llegó en tiempo de descuento: Edwin Cetré ejecutó con precisión un córner desde la derecha y el ex River cabeceó con potencia en el segundo palo para la explosión de la parcialidad del León.
Luego del partido, la figura del partido dijo: “Fue increíble. Estoy feliz por cómo se dio. Dimos una nueva muestra de carácter, de nunca bajar los brazos. Me tocó convertir a mí, pero esto no es nada sin el grupo, que sostuvo momentos muy complicados. Me quedo con eso”.
Finalmente, se refirió al año que tuvo en el Pincha, en el que solo había anotado un tanto: “Es complicado cuando el gol no llega porque es lo que se le exige al delantero, pero siempre creí en mí. Las críticas golpean, pero me hicieron crecer y trabajar más”.