La casa de subastas Christie’s pondrá a la venta el próximo enero en Nueva York uno de los retratos más emblemáticos del expresidente de Estados Unidos George Washington (1789-1797), una obra que sirvió de inspiración para el diseño del billete de un dólar. El cuadro, realizado por el célebre retratista Gilbert Stuart, será subastado el 23 de enero con una estimación de entre 500.000 y un millón de dólares.
Según los especialistas, el retrato fue encargado en 1804 por James Madison, quien años más tarde se convertiría en el cuarto presidente de Estados Unidos, cuando se desempeñaba como secretario de Estado durante la administración de Thomas Jefferson. La pintura se exhibió inicialmente en Montpelier, la residencia de Madison en Virginia, y posteriormente en la casa de su viuda, Dolley Madison, en Washington.
Christie’s destacó que la obra muestra a Washington con una camisa de volantes y una expresión sobria, y que “refleja la reverencia y el respeto que le profesaban quienes conocieron de cerca al primer presidente de Estados Unidos”. El retrato forma parte de la serie de más de cien imágenes de Washington realizadas por Stuart que sirvieron como modelo para la icónica efigie presente en el billete de un dólar.
La casa de subastas subrayó además el “virtuosismo” de Stuart, considerado uno de los grandes retratistas de su tiempo, y el valor histórico del cuadro como testimonio del vínculo entre dos figuras centrales en la fundación del país. Washington y Madison mantuvieron una relación de cercanía y colaboración, aunque atravesaron tensiones políticas a partir de 1790, cuando Madison se alineó con Thomas Jefferson y el sector antifederalista, en oposición al movimiento federalista liderado por Alexander Hamilton.
Las diferencias se profundizaron con la aprobación del Tratado Jay en 1795, que reguló las relaciones entre Estados Unidos y Gran Bretaña tras la guerra de la Independencia. Sin embargo, para Christie’s, el encargo del retrato demuestra “la inquebrantable lealtad de Madison a Washington”.__IP__
Tras la muerte de Madison y de su esposa, la obra fue vendida en una subasta pública en 1851 por 300 dólares. El comprador fue un “caballero neoyorquino” que, según los registros históricos, pudo haber sido William Henry Aspinwall, un influyente empresario estadounidense del siglo XIX.