Kenya, la última elefanta africana que había sido trasladada desde el Ecoparque de Mendoza al Santuario Global de Elefantes en Mato Grosso, Brasil, murió en las últimas horas. La noticia fue confirmada por el propio santuario a través de sus redes sociales. El animal, que había llegado al predio brasileño en julio de este año, atravesaba desde hacía varios días un cuadro de malestar físico.
Desde el santuario comunicaron el fallecimiento con un mensaje cargado de emoción: “Con tristeza, queremos compartir con ustedes que Kenya falleció esta mañana. Sabemos que la han acompañado con cuidado mientras lidiaba con desafíos físicos recientemente, y toda su energía la rodeó durante estos días difíciles…”.
Además, informaron que se realizará una necropsia para determinar las causas de la muerte. Según precisaron, ya se encuentran en contacto con una universidad y el procedimiento podría llevarse a cabo en las próximas horas, aunque aclararon que los resultados definitivos suelen demorar meses. También señalaron que el lugar de descanso de Kenya será junto a Pupy, otra elefanta del santuario.
n el mensaje de despedida, desde el santuario destacaron el vínculo que había generado con personas de todo el mundo y el vacío que deja su ausencia: “Aún podemos imaginarla haciendo sus pequeños bailes de claqué y haciendo sus ruidos graciosos… Kenya parecía encontrar la manera de llegar a miles de corazones simplemente siendo ella misma”.
Kenya pasó más de cuatro décadas en cautiverio en Mendoza. Había llegado a la provincia en 1985, con apenas cuatro años, procedente de un zoológico de Alemania. Desde entonces vivió encerrada, gran parte del tiempo en soledad, lo que contribuyó al desarrollo de problemas de salud y conductuales.
Su traslado al Santuario Global de Elefantes se concretó tras un viaje de casi cinco días y más de 3.500 kilómetros por tierra. Un operativo especial, integrado por veterinarios, cuidadores y técnicos, acompañó el recorrido desde Mendoza hasta Mato Grosso, en una caja de transporte diseñada especialmente para su bienestar.
La llegada de Kenya a Brasil marcó un hecho histórico: con su partida, Argentina dejó de tener elefantes en cautiverio en zoológicos y ecoparques, un objetivo impulsado durante años por organizaciones animalistas y defensores del bienestar animal.