Un 12 de diciembre, pero de 1995, en la localidad de Recreo, Marcelo “El Chajá” Ferreyra, un preso fugado de la cárcel de Las Flores, ingresó a la vivienda N.º 41 del barrio Hipotecario y desató una matanza sin precedentes en la zona.
Ferreyra, que había escapado del penal el 1 de diciembre junto a otros cuatro reclusos —en una fuga rodeada de irregularidades y sospechas de connivencia policial—, y caminaba libremente por Recreo a pesar de su peligrosidad.
Sin embargo, en la mañana del día 12 irrumpió en la casa de la familia Vega-Toledo donde asesinó a puñaladas a Nélida Susana Toledo, embarazada de ocho meses y medio, y a sus cuatro hijos menores: Alberto (11), Sebastián (10), Roberto (8) y Cristian (un año y medio).
También atacó a Claudia Guadalupe Vega, de 14 años, a quien violentó y golpeó, pero logró escapar cuando el agresor se quedó dormido. Su testimonio fue clave y permitió alertar a la policía y reconstruir el horror que había ocurrido puertas adentro.
La captura de Ferreyra se produjo horas más tarde, después de un intercambio de disparos y un intento fallido de huida en ambulancia, haciéndose pasar por herido.
En la actualidad, el "Chajá" tiene 60 años y la mayor parte de su vida la pasó detenido. A los 30, antes de fugarse del penal, recibió una condena a 18 años de prisión por "robos reiterados, portación de armas de guerra y violaciones". Posteriormente, por la Masacre de Recreo la Justicia lo condenó a prisión perpetua, en una prisión de máxima seguridad, en la provincia de Chaco
Transcurridas casi tres décadas de los asesinatos, en 2023, Ferreyra reclamó la posibilidad de acceder a salidas transitorias. El primer planteo lo realizó a mitad de ese año con el objetivo de obtener un "acercamiento familiar" a su hermano, quien falleció antes de que pudiera tratarse la cuestión. No conforme con eso, el detenido volvió a insistir pero no tuvo respuestas favorables a su pedido.
"Qué se puede decir de esa persona. Si lo tengo enfrente no se qué haría" dijo en una entrevista reciente con Juan Trento la única sobreviviente de la masacre.
