El clima en Colón venía cargado desde hace varias semanas, pero en las últimas horas el conflicto salarial que sostenían los jugadores encontró un freno inesperado. Según información de Diez en Deportes, el plantel sabalero decidió dar marcha atrás con el reclamo formal que había iniciado ante Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), luego de una intervención directa del presidente José Alonso.
Una deuda que viene desde agosto
La situación se originó por el atraso en los pagos correspondientes a los contratos de derecho de imagen, un componente fundamental del salario profesional. Mientras los sueldos regulados por AFA estaban al día, la gestión anterior, encabezada por Víctor Godano, dejó acumulada una deuda importante en esta parte del convenio.
La falta de respuesta inmediata y el impacto económico para varios futbolistas generaron un malestar creciente, al punto de que el plantel llevaba ya tres semanas de medidas de fuerza, manteniendo un estado de protesta silenciosa mientras aguardaban una solución.
Reclamo en Agremiados y un llamado clave
El conflicto alcanzó un punto de quiebre el sábado, cuando un grupo de jugadores acudió a FAA para formalizar el reclamo y exigir el pago de lo adeudado. Ese movimiento encendió las alarmas en la nueva dirigencia.
El sábado un grupo de jugadores de Colón hicieron un reclamo en FAA, pidiendo el pago de sueldos. El Presidente José Alonso al enterarse de esto, llamó a uno y le dijo: " Esta semana los pongo al día" . Ante este llamado, los jugadores decidieron dejar sin efecto el reclamo.
— Matias Lorefice (@MatiLorefice) December 9, 2025
Al tomar conocimiento del reclamo, Alonso decidió actuar rápidamente. De acuerdo a lo informado por Diez en Deportes, el presidente se comunicó por teléfono con uno de los líderes del plantel y fue categórico: “Esta semana los pongo al día.”
La promesa de regularización, respaldada por la conducción que asumió hace pocos días, generó un giro inmediato en la postura del plantel, que resolvió dejar sin efecto la presentación ante Agremiados y suspender cualquier avance mayor en la protesta.
Una tregua que obliga a cumplir
Con el conflicto desactivado, al menos de manera momentánea, el foco ahora se traslada a la capacidad del club para cumplir con el compromiso asumido en tiempo y forma. La nueva dirigencia enfrenta el desafío de ordenar números, estabilizar la relación interna y evitar que el tema vuelva a encenderse en un momento clave de planificación para el 2026.
Por ahora, la paz volvió a los pasillos del Brigadier López. Pero la confianza del plantel estará atada al cumplimiento efectivo de la palabra empeñada.