La famosa casa de Mi pobre angelito —o Home Alone— volvió a ser noticia. La mansión georgiana ubicada en 671 Lincoln Avenue, Winnetka, Illinois, que se convirtió en un ícono cultural desde el estreno de la película en 1990, fue vendida y completamente remodelada, lo que generó impacto en redes por su drástico cambio estético.
El inmueble, que supo atraer a turistas de todo el mundo, salió a la venta en marzo de 2024. En diciembre, las agentes Dawn McKenna y Katie Moor de Coldwell Banker Realty confirmaron que la operación estaba por cerrarse. Finalmente, en enero, la casa se vendió por 5,5 millones de dólares, superando el precio de lista en 250.000 dólares.
Las imágenes compartidas por @architectanddesign —con fotos de @kjp— revelan un antes y después sorprendente. En 1990, los ambientes mostraban colores cálidos, alfombras estampadas y un típico estilo suburbano estadounidense. Hoy, el interior adoptó un diseño moderno y minimalista, con paredes blancas, espacios abiertos y mobiliario contemporáneo.
La entrada mantiene su emblemática escalera, pero ya sin la alfombra roja ni las barandas de madera originales. Ahora predomina la madera oscura en los escalones y una combinación de blanco y negro en las barandas, reforzando una estética más limpia.
Otro de los cambios más notorios aparece en el living principal, donde Kevin McCallister celebraba la Navidad entre luces de colores, medias colgadas y una chimenea clásica. Ahora, ese espacio cuenta con dos grandes sillones blancos, una mesa gris y una chimenea moderna enmarcada por un cuadro decorativo.
En los dormitorios, el papel floreado dio paso a paredes lisas, una cama amplia y un sector de sillones pensados para leer o descansar. También incorporaron una chimenea renovada y un ventilador de techo.
A diferencia del interior, el exterior de la casa mantiene gran parte de su esencia original: los colores son los mismos y la estructura se conserva, aunque con ventanas renovadas y luces más cálidas que realzan su fachada clásica.
Tres décadas después del éxito de la película protagonizada por Macaulay Culkin, la vivienda que marcó a generaciones se transformó, pero sigue siendo uno de los hogares más reconocibles del cine.