Los casos de muerte súbita registrados recientemente en la vía pública en Santa Fe reavivaron la preocupación sobre esta problemática que, aunque suele parecer imprevisible, tiene formas concretas de prevención. El cardiólogo Guillermo Lerman, en diálogo con LT10, remarcó que detrás de la mayoría de estos episodios existen enfermedades cardíacas que pueden detectarse a tiempo.
En Argentina se estiman 40.000 muertes súbitas por año, una cifra estable, pero que se vuelve particularmente impactante cuando se trata de personas jóvenes o previamente sanas. Según Lerman, estos episodios no solo generan alarma pública, sino que deben servir para reforzar la necesidad de controles médicos, estudios y capacitación en reanimación cardiopulmonar (RCP).
Lerman explicó que las estadísticas nacionales se mantienen estables: “Se habla de una estabilidad de 40.000 casos en Argentina por año de muerte súbita”. Si bien predominan en personas mayores, advirtió que también puede afectar a jóvenes y niños: “También hay causas que afectan a personas jóvenes, inclusive chicos, que pueden venir con alguna cardiopatía congénita”.
Comparación con otros países
Consultado sobre la posición de Argentina en el contexto global, el cardiólogo sostuvo: “Son estadísticas muy similares al resto de los países”.
Pero sí marcó una diferencia clave: “En Argentina, entre un 15 % y un 20 % de la población recibió alguna vez orientación en RCP. Comparativamente, es bajo en relación con otros países”.
Y explicó el impacto de actuar a tiempo: “Ser asistido por una persona preparada aumenta considerablemente las chances de supervivencia... de menos del 10 % a más del 30 %”.
¿Aumentan los casos?
Lerman reconoció una tendencia creciente, señalando que se ha visto "un gran aumento" de casos en comparación con períodos anteriores.
Prevención: controles y factores de riesgo
El especialista insistió en que la prevención sí es posible: “Hay un imaginario colectivo que sostiene que no hay forma de prevenirla pero la mayor parte de las muertes súbitas son prevenibles”.
Y detalló los factores modificables: “Colesterol, diabetes, hipertensión, el cigarrillo evitando y controlando estos factores, uno disminuye significativamente la posibilidad de tener una complicación como la muerte súbita”.
Además, remarcó la importancia de los estudios médicos: “Hay enfermedades que se llaman 'asesinos silenciosos´ si uno no va al médico y no hace los estudios, ahí es donde uno se entera cuando ya es tarde”.
La influencia de la herencia
Sobre el componente hereditario, Lerman explicó: “En jóvenes o chicos es muy frecuente que sea hereditario las miocardiopatías congénitas tienen un alto índice de enfermedades hereditarias”.
Pero aclaró que no todo está predeterminado: “Ahí uno puede hacer la diferencia: abandonando el cigarrillo, haciendo actividad física, haciendo controles”.
Deporte y muerte súbita: un mito
El cardiólogo desmintió que el deporte genere la enfermedad: “No es que el deporte provoque la enfermedad... había una predisposición previa y la exigencia de la competencia la pone de manifiesto”.
Destacó, además, la importancia de los controles precompetitivos.
Síntomas de alerta que muchos ignoran
Uno de los tramos más importantes de la entrevista se centró en los avisos previos que suelen minimizarse: “Es muy frecuente que el paciente haya sentido algún síntoma y lo haya menospreciado o negado”.
Los síntomas más habituales: “Dolor de pecho o falta de aire... nadie debería quedarse tranquilo con un dolor de pecho”.
Y dejó un mensaje claro: “No se autodiagnostiquen primero hay que descartar lo cardiológico”.
Puntos clave sobre síntomas y prevención
Síntomas de alerta (consultar de inmediato)
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Dolor de pecho, presión u opresión.
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Falta de aire, especialmente si aparece en reposo.
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Palpitaciones intensas o irregulares.
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Mareos, desmayos o sensación de desvanecimiento.
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Dolor en brazo izquierdo, mandíbula o espalda que aparece junto a malestar torácico.
Factores de riesgo principales
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Colesterol elevado.
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Hipertensión arterial.
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Diabetes sin control.
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Tabaquismo.
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Sedentarismo.
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Obesidad.
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Antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
Cómo prevenir según Lerman
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Realizar controles médicos periódicos.
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Hacerse estudios básicos: electrocardiograma, ecocardiograma, análisis.
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Controlar factores de riesgo con medicación y hábitos.
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No ignorar síntomas ni automedicarse.
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Recibir capacitación en RCP.
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Promover la instalación de desfibriladores en espacios públicos.