Kimi Antonelli encara el cierre de la temporada 2025 con sensaciones muy distintas a las del inicio del año. Aunque su resultado final en Las Vegas no fue el mejor de la temporada, el piloto de Mercedes no duda en calificar esa carrera como su mejor ejecución del año.
“Creo que sí, sin duda, porque ejecutamos todo muy bien”, resume. “La estrategia fue bastante loca, pero la conseguimos y fue buena. Eso cambió toda la carrera y el hecho de que pudiéramos mantener esa parada nos permitió terminar donde terminamos al final”.
Parte de ese salto estuvo en su gestión de neumáticos y en cómo reunió todo lo aprendido desde el arranque del campeonato:
“Probablemente fue la mejor carrera de la temporada porque en ese stint pude manejar los neumáticos y juntar todo lo que había aprendido durante la temporada. Fue agradable porque no paraba de llegar, y fue muy divertido”.
Una evolución mental y deportiva
Antonelli destacó especialmente el aprendizaje en cuanto a enfoque y mentalidad a lo largo del año:
“He entendido mucho mejor mis necesidades dentro y fuera de pista y también sobre la mentalidad. Tener la mentalidad adecuada antes de ir a una sesión es crucial. Tener el foco en las cosas correctas, no solo en el resultado final, sino en cómo llegar ahí”.
El italiano asegura que maduró mucho durante la temporada, sobre todo al atravesar momentos complicados:
“Superar los momentos difíciles me hizo crecer. Ahora puedo manejar mejor las situaciones. Por supuesto, hay margen de mejora, pero de momento vamos en una buena trayectoria”.
El reto de Qatar y el cierre del año
De cara a este fin de semana, Antonelli es cauteloso pero optimista. Reconoce que a veces Mercedes ha rendido mejor de lo esperado en circuitos donde no se sentían fuertes y lo contrario en otros:
“Este año ha sido una tendencia curiosa: en los circuitos donde se suponía que íbamos a ser buenos, no tanto, pero en otros en los que estábamos ‘meh’, en realidad estuvimos bastante bien. Lo importante es empezar con buen pie, tener buen ritmo y una buena progresión durante todo el fin de semana. Tengo muchas ganas; son las dos últimas carreras y realmente aspiramos a terminar en lo más alto”.
El histórico stint con el neumático duro
Su formidable stint de 48 vueltas con el neumático duro en Las Vegas fue tema central de la conferencia:
“Definitivamente, no habría podido hacerlo al principio de la temporada. Durante el año entendés mejor el comportamiento del neumático. Las Vegas fue la mejor ejecución de la temporada porque junté todos los aprendizajes de carreras anteriores. Con el apoyo del equipo, pude reaccionar al envejecimiento del neumático, equilibrar el coche y llegar hasta el final. Al principio del año habría parado en vez de ir hasta el final”.
La presión de Mercedes y el momento más difícil
Antonelli también admitió que hubo fases muy oscuras durante el año, especialmente tras el cambio de suspensión:
“Desde que cambiamos la nueva suspensión, me costó bastante adaptarme. George pudo adaptarse mejor y yo tuve muchas más dificultades. Entré en una espiral negativa en la que sentía que iba a peor, y la frustración me dominaba”.
“Mi momento más oscuro fue probablemente Spa. Dudé mucho de mí mismo, porque al ver que los resultados no llegan, empezás a preguntarte si sos lo suficientemente bueno. Después de Monza hice una gran reunión con el equipo, un reinicio mental, y volví a centrarme en el proceso. Eso me ayudó mucho”.
Hoy, asegura que la dinámica interna es muy positiva:
“El equipo nunca dejó de apoyarme. Ahora, con la experiencia que estoy adquiriendo, les explico mejor mis necesidades con el coche y ellos me ayudan. Estamos ganando impulso y hay una muy buena dinámica entre George y yo”.
La vida en F1 y los circuitos que “despiertan” con estos coches
Kimi reconoce que uno de los grandes desafíos fue la carga de compromisos dentro y fuera de los fines de semana de carrera:
“Hubo momentos en la temporada en los que me sentí bastante agotado, pero ahora sé mucho mejor qué esperar. El año que viene será un poco más fácil porque ya viví todo esto”.
Sobre los circuitos que “cobran vida” con un F1, no duda:
“Mónaco me impresionó mucho por lo rápido que podés ir. Barcelona también fue especial, sobre todo la última curva en clasificación. En F2 ni se te ocurriría hacerla así. Y Budapest me impresionó mucho también. Con un F1 casi todos los circuitos se vuelven especiales”.
Por último, también se refirió a su amigo italiano que pelea el título de F2, “Leo”, al que ve muy fuerte y constante, y al debate sobre las normas de conducción, donde apuesta por refinar las directrices, pero sin cambios radicales.