La Asamblea General Ordinaria de este jueves en Colón dejó fuertes repercusiones. Uno de los más críticos fue Gustavo Abraham, representante del espacio Pasión Sabalera, quien lamentó el tono y el contenido del encuentro, marcado por reproches y cuestionamientos a la actual Comisión Directiva y también a las gestiones anteriores.
“Fue una asamblea fea, no me gustó. Hubo mucho insulto y reproche tanto a esta comisión como a la anterior. La gente quería expresarse, es entendible, pero no sé si esto sirve”, expresó Abraham, que eligió no tomar la palabra durante la sesión para evitar que su intervención fuera interpretada políticamente.
Si bien el balance fue finalmente aprobado, el dirigente sostuvo que “no refleja la situación real del club”, debido a los compromisos surgidos posteriormente, como los casos Farías y Kelme, entre otros reclamos. En ese sentido, advirtió que la institución carga con una deuda millonaria y que es necesario investigar cómo se llegó a este escenario.
“Nos dejaron un regalo de muchos millones de pesos. Planteamos la necesidad de una comisión investigadora como se hizo en su momento con la gestión de Lerche. Hay responsabilidades individuales que deben analizarse. No todo es delito, pero sí hay inconductas dirigenciales que dañaron al club”.
Abraham cuestionó que desde la Comisión Directiva se rechazara esa propuesta argumentando cuestiones técnicas que, según él, no son correctas. “Como especialista en la materia, lo digo con claridad: hay responsabilidades societarias que deben evaluarse”, afirmó.
“Colón necesita de todos hoy”
De cara a lo que viene y a pocas horas del cierre del proceso electoral, Abraham aseguró que su espacio está preparado para asumir el reto de ordenar la institución. Sin embargo, también dejó en claro que, aun en caso de no ganar, se pondrá a disposición para colaborar. “Ojalá que nos toque estar en la conducción. Si no es así, igualmente vamos a estar para trabajar por el bien de Colón. El club necesita de todos”.
En referencia a la exposición de cifras salariales durante la Asamblea, tema que generó malestar entre socios, señaló que si bien los montos pueden parecer altos, están dentro del promedio del fútbol argentino, aunque reconoció que dar a conocer esos datos públicamente es delicado: “Hay obligaciones con agremiados, representantes y jugadores. El enojo se entiende, yo también estoy tan enojado como cualquier hincha, pero debemos canalizarlo para buscar la grandeza institucional”.
Evaluarán acciones legales
El dirigente no descartó avanzar en medidas formales para esclarecer responsabilidades de las gestiones anteriores. “Vamos a evaluar qué hacemos. No descarten que iniciemos algún tipo de acción. Si fuimos justos con Lerche cuando éramos minoría, también debemos serlo con las gestiones posteriores”.
Próximo paso: las elecciones
En las horas previas a los comicios del 30 de noviembre, la palabra de Abraham refleja la tensión institucional que atraviesa Colón. La Asamblea dejó expuesto el descontento de gran parte del socio y el desafío de quien gobierne: enfrentar un proceso de saneamiento económico y reconstrucción política. “Hay cosas muy graves. Los datos los conozco, lo que me faltó fue que se apruebe una comisión evaluadora. Era una oportunidad para empezar a reparar, y no se aprovechó”.
Colón espera por las urnas. Y mientras el malestar late, la necesidad de reconstrucción se impone como prioridad.