El futuro inmediato de Franco Colapinto comienza a tomar forma. Tras ser confirmado como piloto titular de Alpine para la temporada 2026, el argentino se prepara para un escenario mucho más alentador que el de este año, impulsado por un cambio técnico clave dentro de la escudería francesa. Justo en la previa del Gran Premio de Brasil en el circuito de Interlagos, donde está LT10 junto al equipo Velocísimo en la cobertura.
A partir del próximo campeonato, Alpine dejará de utilizar los motores Renault para incorporar propulsores Mercedes, una decisión que podría marcar un antes y un después en su rendimiento. El propio Colapinto había manifestado en reiteradas ocasiones su frustración por la falta de potencia del motor actual, que dificultaba las maniobras de sobrepaso y lo dejaba en clara desventaja frente a sus rivales directos.
Pero no se trata solo del motor. De cara al nuevo reglamento, Alpine contará con más horas de trabajo en el túnel de viento, gracias a su posición en el Campeonato de Constructores. Esa ventaja permitirá optimizar la aerodinámica del próximo monoplaza, reduciendo la resistencia al aire y mejorando la carga aerodinámica, un punto fundamental en el desarrollo de la nueva generación de autos.
En paralelo, el equipo con sede en Enstone ya habría decidido detener las inversiones en el monoplaza actual para enfocar todos sus recursos en el diseño y la evolución del modelo 2026.
Con estos factores sobre la mesa, el panorama se presenta muy diferente para Colapinto y su compañero Pierre Gasly, quienes podrían contar por fin con un auto capaz de pelear de igual a igual en la zona de puntos.
El 2026 asoma como una oportunidad real de crecimiento para el argentino, que buscará aprovechar el impulso técnico de Alpine para consolidarse en la élite de la Fórmula 1.