Con el Gran Premio de São Paulo a la vuelta de la esquina, la Fórmula 1 aterriza una vez más en el mítico Autódromo José Carlos Pace, donde este fin de semana se disputará la Ronda 21 del campeonato mundial.
La cita brasileña llega con una novedad clave en materia técnica: Pirelli confirmó la elección de neumáticos, apostando por una gama un paso más dura que la utilizada en 2024, en busca de mayor resistencia y estabilidad a lo largo del fin de semana.
Los compuestos elegidos
La marca italiana dispuso la siguiente combinación de gomas:
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C2 (duro – blanco)
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C3 (medio – amarillo)
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C4 (blando – rojo)
Cada piloto contará con dos juegos de duros, tres de medios y ocho de blandos, además de los compuestos intermedios (verde) y de lluvia (azul) en caso de condiciones cambiantes, algo habitual en Interlagos.
La decisión responde a los altos niveles de desgaste y graining detectados en la edición pasada, especialmente en el eje trasero. Si bien el circuito fue reasfaltado en 2024, lo que generó una superficie más lisa y menos abrasiva, Pirelli busca mantener un margen de seguridad ante un trazado tan exigente como impredecible.
Un circuito técnico y un clima siempre desafiante
Interlagos es sinónimo de espectáculo. Con sus 15 curvas y recorrido en sentido antihorario, el trazado de São Paulo representa uno de los mayores desafíos físicos y técnicos para los pilotos.
El diseño combina rectas rápidas y zonas trabadas, lo que demanda una gestión precisa del desgaste y una lectura constante de las condiciones de pista.
Además, el clima brasileño puede cambiar en cuestión de minutos: las lluvias intermitentes y las variaciones de temperatura son moneda corriente en noviembre, lo que podría dar protagonismo a los compuestos intermedios o de lluvia durante el fin de semana.
Estrategia y emoción garantizadas
Con un circuito corto y sinuoso, Interlagos suele regalar carreras intensas, con múltiples oportunidades de adelantamiento, pero también con alta probabilidad de autos de seguridad.
El agregado del penúltimo Sprint del año aportará un condimento extra en la lucha por los puntos y pondrá a prueba la resistencia de los neumáticos en distintas configuraciones de carga y ritmo.
En definitiva, la elección de Pirelli confirma que el Gran Premio de São Paulo 2025 será un desafío de estrategia, gestión y adaptabilidad, donde el equilibrio entre velocidad y cuidado del caucho puede marcar la diferencia entre la gloria y la frustración.