La llegada de Ezequiel Medrán a Colón fue recibida con expectativas tras su exitoso paso por Gimnasia de Mendoza, pero cinco partidos después, la realidad indica que el club sigue sin encontrar el rumbo en la Primera Nacional.
El técnico apenas logró dos empates, ambos en Santa Fe, ante Chacarita (1-1) y Deportivo Morón (0-0), mientras que sumó tres derrotas ante Defensores de Belgrano, Estudiantes de Río Cuarto y Talleres de Remedios de Escalada. Su equipo anotó apenas un gol en esos cinco encuentros y nunca logró mostrar un patrón de juego claro o consistente.
Intentos que no dieron resultado
Al igual que sus antecesores, Medrán probó distintas variantes en el equipo titular y buscó ajustar la estrategia para mejorar el rendimiento, pero las falencias defensivas y ofensivas persistieron. Los cambios tácticos no lograron generar identidad de juego ni confianza en los jugadores, quienes continúan mostrando un rendimiento irregular y deslucido.
Paradójicamente, Colón aseguró la permanencia gracias a lo que no hicieron sus rivales directos, CADU y Talleres de Remedios de Escalada, y no por los méritos propios en el campo de juego. Esto deja en evidencia que la recuperación futbolística y el protagonismo que se esperaba con Medrán no se concretaron.
Lo que viene
Al Sabalero le restan dos partidos para cerrar la temporada: la visita a Estudiantes de Buenos Aires y el cierre ante CADU, ya descendido. Más allá de la permanencia asegurada, estos encuentros podrían servir para que Medrán intente demostrar mejoras, aunque los números actuales ponen en duda su continuidad y capacidad para enderezar un equipo que sufrió todo el año por un mercado de pases deficiente, preparación física insuficiente y lesiones constantes.
Colón concluye así una temporada donde los cambios de técnico no lograron darle identidad ni estabilidad al plantel, y donde la salvación fue más mérito de terceros que de un proyecto propio. Medrán se suma a la lista de entrenadores que no pudieron revertir un año complejo para el club santafesino.