Interés General - Tradición y sabor

Martes 09 de Septiembre de 2025 - 11:57 hs

El error más común al curar un mate de calabaza y cómo evitarlo

Usar yerba nueva o saltarse el curado puede afectar sabor y limpieza; especialistas explican los pasos clave para preparar correctamente el mate de calabaza y madera.

Curar un mate de calabaza es un paso fundamental para asegurar que la bebida conserve su sabor auténtico y que el recipiente no transfiera olores ni residuos orgánicos. Uno de los errores más habituales es emplear yerba nueva o directamente omitir este proceso. En la tradición matera, la yerba previamente infusionada ayuda a limpiar el interior del mate, contribuye a sellar los poros y evita la transmisión de sabores extraños.

Según el Instituto Nacional de la Yerba Mate, los componentes orgánicos de la calabaza o la madera tienen una estructura porosa que puede absorber humedad y generar hongos. Usar yerba ya utilizada minimiza estos riesgos, ya que sus compuestos grasos actúan sobre la superficie interna del recipiente, mientras que el desgaste de su sabor facilita la absorción de residuos sin afectar la infusión futura. Además, mantener la yerba húmeda durante varias horas asegura un curado progresivo y protege al mate de la proliferación de microorganismos.

Por qué tomar mate muy caliente puede ser riesgoso para la salud

Para determinar si el mate está correctamente curado, se recomienda repetir el proceso de llenado con yerba húmeda y agua caliente entre dos y cuatro veces, dejando reposar de 12 a 24 horas. Luego, el interior debe inspeccionarse: la superficie porosa pierde residuos visibles y adquiere un color uniforme. Raspar suavemente el hollejo con una cuchara ayuda a retirar los restos sin dañar la calabaza. En los mates de madera, el procedimiento incluye un tratamiento previo con aceites o manteca durante 24 horas, seguido del curado con yerba húmeda.

El cuidado diario también es clave para prevenir hongos. Tras cada cebada, se debe retirar completamente la yerba usada, enjuagar con agua caliente y permitir que el recipiente se seque completamente al aire, evitando sol directo, fuentes de calor y espacios cerrados. Este hábito evita fisuras, malos olores y proliferación de hongos, garantizando un mate en óptimas condiciones.

Actualmente, existen mates fabricados con materiales modernos como vidrio, metal, cerámica, silicona o plástico, que no requieren curado previo y resultan prácticos para quienes buscan alternativas rápidas sin perder la tradición del mate.

Fuente: LT10 - INFOBAE