El calendario futbolístico de Unión se detiene por la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas, y aunque frena el envión de victorias consecutivas, el receso llega en el momento justo para el Tatengue. Después de triunfos resonantes en Alta Córdoba ante Instituto y en Avellaneda frente a Racing, y tras dejar una gran imagen frente a River en Copa Argentina, el equipo de Leonardo Madelón tenía el ritmo y la moral por las nubes.
Sin embargo, este parate no es necesariamente negativo. Más allá de cortar la inercia, le permitirá al cuerpo técnico recuperar a jugadores que arrastran molestias físicas. Los casos más preocupantes son Maizon Rodríguez, con un esguince de tobillo sufrido ante River, y Mauricio Martínez, con un dolor en el tendón de Aquiles que lo obligó a salir antes de tiempo ante Racing. Otros futbolistas, con pequeñas sobrecargas, también tendrán la posibilidad de volver al 100% antes de la reanudación del torneo.
El equipo retomó los entrenamientos este martes por la mañana en Casasol. La planificación incluye descanso el sábado y domingo, con la vuelta a la rutina completa programada para el lunes 8 de septiembre. La mira estará puesta en el duelo del domingo 14 frente a Gimnasia en La Plata, correspondiente a la fecha 8 de la Zona A del Torneo Clausura.
En la tabla, Unión se ubica cuarto con 12 puntos, a solo dos del líder Barracas Central. El receso, entonces, no es un obstáculo sino una oportunidad: más allá de la pausa, el club podrá afinar detalles físicos y tácticos, asegurar la recuperación de jugadores clave y mantener la dinámica que lo llevó a ganar puntos vitales en la lucha por la permanencia y a proyectarse entre los protagonistas del torneo.
Con esta pausa estratégica, Unión se prepara para retomar la competencia con piernas frescas, jugadores recuperados y la intención de sostener la competitividad que mostró en un arranque de torneo prometedor.