Colón transita una temporada complicada en la Primera Nacional y los números lo exponen con crudeza. Más allá de la irregularidad general, hay un aspecto puntual que desnuda la crisis futbolística del equipo: su bajísimo rendimiento en los segundos tiempos, donde prácticamente se derrumba partido tras partido.
Las estadísticas son contundentes. En lo que va de las 28 fechas de la Zona B, el Sabalero es el tercer peor equipo del campeonato en los segundos tiempos, con apenas tres victorias, 15 empates y 10 derrotas. En ese tramo de los encuentros, apenas convirtió nueve goles y recibió 18, acumulando solo 24 puntos, lo que representa una eficacia del 28.5%.
La caída en el complemento contrasta con lo realizado en las primeras etapas. Si bien los números tampoco son brillantes, en los primeros tiempos Colón logró seis triunfos, 12 empates y 10 derrotas, con un saldo de 12 goles a favor y 16 en contra.

De esta manera, consiguió 30 puntos, con una eficacia del 35.7%, cifra que aunque baja, es algo superior al desempeño que muestra después del descanso.
Este contraste no hace más que reflejar una realidad preocupante: Colón se queda sin respuestas en las segundas mitades, cuando los rivales elevan la intensidad y se definen los partidos.
El bajón físico, la falta de jerarquía en el recambio y los errores en momentos claves parecen explicar, en parte, por qué al equipo le cuesta sostener resultados y se le escapan puntos valiosos.
En un campeonato donde cada detalle cuenta, este déficit en los segundos tiempos se volvió una marca registrada de la campaña sabalera y una de las razones principales por las que hoy el equipo se encuentra lejos de los puestos de Reducido.