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El titular de la petrolera española Repsol dio ayer en Madrid una extensa conferencia de prensa de dos horas, en la que descargó todo su malestar por la expropiación de YPF dispuesta por el gobierno argentino. Aseguró que desplegarán una batalla legal en todos los frentes posibles por las acciones nacionalizadas y que reclamarán por el 51% perdido una compensación de 9.300 millones de dólares. Luego dio cuenta de los intentos de negociación que había encaminado con la administración Kirchner para enderezar su relación con el Gobierno, que incluían un plan de inversión de u$s 30.000 millones con el involucramiento del Estado nacional, las provincias e incluso socios extranjeros. Brufau reveló que hasta llegó a considerar la designación de un nuevo presidente en la compañía local que representase el “sentimiento nacional”.

El ejecutivo catalán planteó que emprenderán todas las medidas legales que estén a su alcance y que “es de esperar que otros inversores sigan el mismo camino”. Añadió que solicitará a través del arbitraje internacional ante el Ciadi “una compensación pronta, adecuada y efectiva incluyendo la compensación de daños por las acciones expropiadas”, estrategia que que fue adelantada por El Cronista en su edición del 15 de marzo pasado.

De acuerdo a una presentación elevada ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) español, el valor de YPF asciende actualmente a u$s 18.300 millones de dólares, con lo que la participación de Repsol del 57,4% tendría un valor de u$s 10.500 millones. Brufau acusó al gobierno argentino de haber llevado a cabo una campaña de “hostigamiento, coacciones y filtraciones interesadas y planificadas” para provocar el derrumbe del precio de YPF y facilitar así su expropiación a precio de saldo.

“¿El descubrimiento que hizo Repsol YPF en Vaca Muerta no es el desencadenante de todo esto?”. Después de ese paso, Cristina Kirchner había elogiado la gestión del grupo, pero luego todo cambió. El yacimiento, según recordó, podría albergar 22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo y su explotación duplicaría la producción de hidrocarburos de la Argentina.

Ante la negativa de Cristina a recibirlo, Brufau le elevó el pasado 2 de abril una carta detallando un nuevo plan de negocios para YPF, con el que procuraba incrementar un 30% la producción actual de petróleo de país y en un 20% la de gas en cinco años, lo que requeriría u$s 30.000 millones de inversión. En una segunda etapa, añade la misiva, el plan permitiría llegar a Argentina al millón de barriles por día de producción y autoabastecer la demanda de gas, para lo que se necesitarían otros u$s 12.000 millones de inversión al año. Para afrontar este plan, Brufau señaló que había avanzado en la búsqueda de socios, “altamente atraídos por el potencial de hidrocarburos no convencionales de Argentina, para ceder parte de su participación en concesiones”. Además, el presidente de Repsol y de YPF ofreció en esa carta contar con “una presencia pública” en este “enorme esfuerzo inversor”, dando lugar a la participación de las provincias y el Estado Nacional. También ofreció “consensuar” con Cristina Fernández el nombramiento de un nuevo presidente en YPF.