La guerra de los 12 días profundizó aún más la fragilidad que ya venía mostrando el régimen de Irán. El Medio Oriente está cambiando de forma profunda y desde hace un tiempo el gobierno iraní viene perdiendo su poder pese a las amenazas, represión y autoritarismo.
Aunque todavía se desconocen los daños que sufrieron las instalaciones nucleares por los bombardeos de Estados Unidos, la escalada del conflicto con Israel aún continúa sumergida en un contexto de incertidumbre y un tibio enfriamiento.
¿Continuará la tregua bélica? ¿Aceptará Irán negociar con Estados Unidos y renunciar a sus ambiciones nucleares? Gabriel Ben-Tasgal reconocido escritor y politólogo analizó la reciente guerra de los 12 días entre Israel e Irán y dio un pantallazo del mapa geopolítico de Medio Oriente.

“El medio oriente está cambiando de forma profunda. Hasta octubre de 2023, se expandió el poder chiita, que representa aproximadamente 15% del islam, y tiene una gran influencia en América Latina” sostuvo el experto. La rivalidad, por un lado, entre el Estado de Israel y el mundo árabe y, por otro lado, la división religiosa entre chiitas, representados tradicionalmente por Irán, y sunitas, de los cuales Arabia Saudita se ve como potencia líder, han sido dos constantes a la hora de explicar el rompecabezas en Medio Oriente.
El experto explicó que en los últimos años Irán se expandió hacia Irak, Siria, Asia, el Líbano y estaba muy cerca de armar material nuclear para hacer una bomba, ya que tenía todo el material necesario para poder hacerlo.
“Esto provoco que todos los países aledaños como Israel, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, estén enojados con Irán, lo que desencadenó en una guerra breve de 12 días. Se podría decir que Israel hizo el trabajo sucio que todo occidente quería hacer. Algunos no tenían la decisión para hacerlo y otros la capacidad, pero ahora casi todos aplauden este trabajo” sostuvo Ben-Tasgal.
Además, explicó que la situación de América Latina es grave porque Irán tenía capacidad nuclear para poder extraer de la tierra 21 mil toneladas de Uranio, y “alguien le dio las 78 mil toneladas que le faltaba para hacer lo que tiene actualmente”. Y una de esas fuentes es Venezuela, que le entregó Uranio a cambio de drones inteligentes y capacitación de las fuerzas Basij (o Basich), una fuerza paramilitar voluntaria iraní que reprimen a los opositores.
“Asimismo Venezuela le dio a Irán 15 mil pasaportes para repartir entre los chiitas, sin contar los que también recibió de Cuba, Nicaragua y Bolivia. Esto hace que aumente la presencia en América Latina. Y tenemos también, en algunos países, mucha presencia de conversión al chiismo como Bolivia, en el Sur de Perú. Pensar en la posibilidad de que algo malo ocurra en América Latina debido a la expansión del chiismo es posible”.
El analista político sostuvo que, según varios informes que se realizaron en los últimos días, lo que dicen es que Argentina ayudó a Irán vendiéndole material para fábrica de agua pesada, fundamental para enriquecer Uranio. “Se lo dio a través de Venezuela y le llego a Irán y este pagó con bolsas de dinero en efectivo, que fueron enviados desde Venezuela hasta aquí durante la presidencia de cierto signo político que no está ahora en el gobierno”.
Sin embargo, Gabriel puso en duda la situación militar actual de Irán al sostener que “tiene todos los condimentos para armar bombas nucleares, pero hay que ver si después de este ataque de Israel y de Estados Unidos le quedó esa capacidad”.
Por último, remarcó que “Irán tenía por lo menos para hacer 9 a 15 bombas nucleares, porque tenía 450 kilos de uranio enriquecido al 60%, que es muy cercano a lo que necesitas para armar una cabeza nuclear. Nadie desarrolla uranio a esa cantidad de porcentaje si no va camino a realizar una bomba nuclear. Tenían todos los condimentos para hacerlo”.