Sentirse agotado todo el tiempo no es normal, pero tampoco es tan raro. Entre el ritmo diario, las exigencias laborales y personales, y la hiperconexión, el cuerpo y la mente a veces piden un freno. ¿Pero cómo saber si lo que te pasa es cansancio por estrés acumulado o si ya estás frente a un cuadro de fatiga crónica?
El estrés acumulado es la consecuencia de sostener durante mucho tiempo un estado de tensión física y emocional. La exposición constante a situaciones estresantes –trabajo, obligaciones familiares, problemas personales, falta de tiempo para uno mismo– mantiene al cuerpo en alerta, generando un desgaste progresivo.
Síntomas frecuentes:
– Irritabilidad o cambios de ánimo
– Dificultad para concentrarse
– Dolores de cabeza o musculares
– Problemas para dormir
– Sensación de agotamiento que mejora con descanso o vacaciones
La fatiga crónica es una condición médica caracterizada por un cansancio extremo que no mejora con el sueño ni con el reposo, y que se prolonga en el tiempo (generalmente más de seis meses). A menudo se acompaña de otros síntomas físicos y cognitivos.
Síntomas característicos:
– Agotamiento intenso y permanente
– “Niebla mental” o dificultad para pensar con claridad
– Dolores generalizados sin causa aparente
– Trastornos del sueño
– Malestar físico luego de hacer actividades cotidianas
Estrés acumulado | Cansancio crónico |
---|---|
Mejora con descanso y cambios de rutina | No mejora con descanso |
Relacionado con situaciones concretas | Puede no tener un disparador claro |
Responde a técnicas de relajación | Requiere evaluación médica y seguimiento |
Es reversible | Puede volverse incapacitante si no se trata |
Estrés acumulado | Cansancio crónico |
---|---|
Mejora con descanso y cambios de rutina | No mejora con descanso |
Relacionado con situaciones concretas | Puede no tener un disparador claro |
Responde a técnicas de relajación | Requiere evaluación médica y seguimiento |
Es reversible | Puede volverse incapacitante si no se trata |
Conviene pedir una consulta médica si:
– El cansancio persiste más de unas semanas
– Afecta la vida diaria (trabajo, estudios, relaciones)
– No mejora con descanso
– Se acompaña de otros síntomas como dolores, insomnio o problemas de memoria
– Sentís que no podés más y no sabés por qué
El primer paso suele ser una consulta clínica general, con estudios para descartar causas orgánicas (como anemia, hipotiroidismo o infecciones). Según el caso, puede derivarse a especialistas en medicina interna, neurología o salud mental.
Escuchar las señales del cuerpo es fundamental. Vivir cansado no debería ser lo normal. Un diagnóstico a tiempo puede marcar la diferencia entre seguir arrastrando el día o empezar a recuperar el bienestar.