Desde el semáforo verde, Beitia salió decidido a escribir su propio capítulo. Tomó la punta en los primeros metros y no soltó el mando en ningún momento. Vuelta tras vuelta, fue estirando la diferencia sin mirar atrás, sabiendo que esa bandera a cuadros podía significar mucho más que solo un resultado: era la confirmación de que estaba listo para pelear más arriba.
Pero si Beitia tuvo un camino limpio hacia la victoria, la historia detrás fue más turbulenta. Alejo Cravero parecía tener asegurada la segunda colocación, pero en la última vuelta apareció Nicolás Posco con intenciones claras de cambiar el orden. Lo logró —aunque con roce incluido—, y si bien cruzó la meta delante, los comisarios no tardaron en intervenir: recargo por maniobra peligrosa y el segundo lugar volvió a manos de Cravero, piloto del Giacone Competición.
Con su primer triunfo de serie en el bolsillo, Beitia también se ganó el derecho a largar tercero en la gran final del domingo. La pole position quedó en manos de Francisco Coltrinari —quien venció en la serie más rápida— y Maximiliano Bestani, ganador de la primera, largará a su lado desde la primera fila.
El líder del campeonato, Joaquín Cafaro, deberá remontar desde el puesto 43, mientras su perseguidor, Bautista Damiani, largará desde el quinto cajón con chances claras de descontar. La lucha por la punta del torneo promete emociones fuertes.
Pero más allá de los números, este sábado quedará grabado en la memoria de Iñaki Beitia como el día en que, por fin, supo lo que se siente ganar. Y quiere más.