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Martes 03 de Abril de 2012 - 16:45 hs

Novedades en el abordaje del melanoma metastático

Recientemente fue aprobada la primera medicación para el melanoma no extirpable. Los antecedentes médicos familiares y la proliferación de lunares atípicos desde el punto de vista clínico, predisponen a padecerlo.

El melanoma es una enfermedad oncológica que afecta la piel y que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de las células productoras de pigmento llamadas melanocitos.

Como cualquier enfermedad oncológica, esta patología tiene una variante que es considerada la forma más mortal de cáncer de piel. Se trata del melanoma metastásico, para el cual en los últimos 10 años no se habían aprobado tratamientos.

El melanoma es una enfermedad que posee una serie de factores de riesgo entre los cuales se cuentan los antecedentes médicos familiares, el haber sufrido melanoma previamente, la proliferación de lunares atípicos desde el punto de vista clínico, y las mutaciones genéticas hereditarias.

No obstante, además de los factores de riesgo genéticos, la exposición al sol puede contribuir a la aparición de esta enfermedad. De hecho, las personas que tienen piel clara o que no alcanzan un bronceado con facilidad también presentan mayor riesgo de desarrollarla. Igualmente, el melanoma puede aparecer en cualquier individuo, más allá del grupo étnico.

"El melanoma metastásico es la forma más grave de la enfermedad. Se presenta cuando el cáncer se extiende desde la superficie de la piel y alcanza otros órganos, como los nódulos linfáticos, los pulmones, el cerebro u otras áreas del cuerpo. Algunas células malignas son capaces de evadir la vigilancia del sistema inmunológico, permitiendo así la proliferación de tumores", expuso el doctor Fernando Stengel, jefe del servicio de Dermatología del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas (CEMIC).

Durante décadas el melanoma metastásico ha sido considerado de difícil tratamiento. Inclusive en la actualidad, pese a que su detección precoz y las campañas de concientización llevaron a una mejora en el pronóstico en los últimos años, aún existe un número significativo de pacientes que fallece por esta enfermedad.

"El melanoma metastásico es una enfermedad muy agresiva y su tratamiento es un gran desafío. La incidencia ha ido en ascenso durante los últimos 30 años. La edad promedio de diagnóstico es menor a la de otros tumores malignos en general", sostuvo la doctora Cinat, médica Oncóloga, integrante de la Unidad de Melanoma y Sarcoma del Instituto de Oncología Ángel Roffo de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Al ser consultados respecto a los signos de la enfermedad los especialistas enumeraron: "Cualquier lunar que tenga ciertas características debe ser sometido a revisión de un especialista. En este sentido existe una suerte de regla de ayuda: la sigla ABCD que se refiere a las asimetrías en la forma del lunar (letra A), los bordes irregulares, con límites difusos o borrosos (letra B), el color cambiante, con sombras variables en la coloración de la piel a tono marrón, negro, rojizo, azulado o blanco (letra C), y el diámetro del lunar o la lesión (letra D)".

En cuanto al melanoma metastásico, en algunos casos, puede no ser detectado hasta mucho tiempo después de que el melanoma original sea extirpado. De hecho, entre un dos y un seis por ciento de los casos de melanoma metastásico tiene un origen primario desconocido y puede ser mal diagnosticado como un tipo de tumor primario diferente.

Por esa razón es relevante la reciente aprobación, por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), de un fármaco que actúa no directamente sobre el tumor sino sobre el sistema inmune, "educándolo" para poder lograr una respuesta favorable.