Cuidar la higiene y orden del espacio de tu hogar ayuda a prevenir enfermedades o alergias, a evitar la formación de ácaros y poder respirar un aire más puro. Además de la limpieza continua se sugieren algunos trucos que te ayuden para evitar que el polvo se acumule.
- Ventilá en horarios controlados: cerrá tus ventanas cuando haya demasiado viento en el exterior o se pueda colar alguna corriente de aire. Así se reduce la cantidad de polvo que se genera en las superficies.
- Sacudí sábanas, almohadas y almohadones en exteriores: antes o al finalizar una rutina de limpieza sacudilos afuera para evitar que el polvo pueda esparcirse en las superficies.
- Hacé una limpieza general y profunda al menos una vez por semana: de esta manera prevenís que se acumule el polvo o se forme suciedad en los rincones. Mientras más rotación tengan los objetos en casa se junta menos tierra.
- Cepillá a tus mascotas: hacelo de manera regular y en el exterior para que el pelo de los animales no atraiga el polvo a tu casa.