LT10 - En Rosario

Viernes 04 de Marzo de 2011 - 09:49 hs

Cambia de apellido porque su padre nunca lo quiso

Lo solicitó ante la justicia de familia un niño de 10 años. "Nada puede afectar a este padre maltratador y abandónico que su hijo mude de apellido y pida utilizar sólo el materno", afirma en la resolución el magistrado Ricardo Dutto.

En un fallo con pocos antecedentes, un juez de Familia de Rosario ordenó suprimir el apellido paterno de un niño de diez años y reemplazarlo por el materno ya que en una causa judicial quedó demostrado que el hombre, a quien también le revocaron la patria potestad, nunca tuvo interés en su hijo.

"Nada puede afectar a este padre maltratador y abandónico que su hijo mude de apellido y pida utilizar sólo el materno, y que ese pedimento se admita, cuando por su indolencia e indiferencia extrema dejó de ejercer su autoridad y de cumplir elementales deberes", dice tajante el juez del Tribunal de Familia Nº 5, Ricardo Dutto, en la resolución donde ordena al Registro de las Personas modificar el apellido del chico.

Dentro de una causa que no escapa a los intereses que se dirimen en los conflictos de familia, la solicitud del cambio de apellido aparece como el recurso jurídico adecuado para darle legalidad a la realidad.

El chico nació el 2 de marzo de 2001 luego de una relación que mantuvo la pareja. Ya separados, la mujer inició en 2003 un expediente para la suspensión del régimen de visitas que se había establecido.

En cada incidente, la mujer reiteraba que G.P, el papá, era "una persona violenta" no sólo con ella sino también "con su hijo". Es un padre "ausente, abandónico y supuestamente adicto a ingerir sustancias tóxicas. Nunca cumplió sus deberes paternos, como la contribución al sostén, crianza, educación, alimentación y salud", refiere la madre al momento de solicitar el cambio de apellido de su hijo.

En todo los juicios que se entablaron el hombre nunca compareció. Además, en 2008 le revocaron el derecho a la patria potestad.

Ese desinterés hizo que el chico se arraigara completamente a la familia materna, con quien vive junto a sus abuelos y su mamá desde el momento de las denuncias por violencia.

La investigación judicial permitió establecer que el niño es conocido en todo el ámbito que lo rodea por el apellido materno. Según consta en el expediente, profesa la religión judía al igual que toda la familia de su madre.

Luego de acumulada las pruebas, la defensora general dictaminó a favor del cambio de apellido. Confirmó la "inexistente imagen del padre y el abandono de sus funciones".

En una consideración que puede resultar polémica desde la perspectiva del respeto a la identidad, dice textualmente que hay "inutilidad para el niño de la identidad de aquel", por el padre.

Dutto valora las pruebas y considera situaciones fácticas concretas. Por ejemplo, que la cuota escolar la paga la madre, que el chico se enoja cuando lo llaman con el apellido del padre, que siente pertenencia por la comunidad judía, en donde todos los conocen por el nombre materno.

"Los justos motivos exigidos legalmente hallan argumentos contundentes en referencia a cuestiones afectivas del niño, pues de esta manera se puede adoptar un criterio más flexible, acorde con las transformaciones sociales acontecidas en las últimas décadas, y bajo esa mirada la conceptualización del derecho al hombre como integrante del derecho a la identidad en su faz dinámica, constituye un elemento de suma relevancia", argumentó el juez

Fuente: La Capital