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 La investigación policial de la muerte de una nena de nueve años en Carmen del Sauce, que en principio parecía la derivación de un trágico asalto, puso al descubierto que la causa fue en realidad una infortunada travesura, que tuvo como protagonista a su hermano de 15 años.
  El drama se desató en un campo situado en el ingreso a la localidad, a unos 20 kilómetros de Rosario, cuando el adolescente se subió, según una fuente policial, a una camioneta con su hermanita de nueve años. Luego de recorrer unos 300 metros, el vehículo volcó. A raíz del tremendo impacto, la nena sufrió un severo traumatismo de cráneo y murió poco después en el hospital Centenario.
  El vocero consultado señaló que, a las 17 de ayer, el padre de Martín Q., de 15 años, estaba trabajando en un campo situado a unos diez metros de la ruta provincial 26. Cerca de allí el adolescente y Rita Milagros, su hermana de nueve años, observaban la escena.
  En el establecimiento estaban estacionados un auto de carrera, un Toyota, modelo 2010, y una vieja camioneta. Los tres vehículos son de propiedad de Ricardo F., el dueño del campo. Al parecer, en ese momento, Martín se subió a la chata con su hermana Rita sin que el padre de los chicos lo advirtiera. “El pibe recorrió unos 300 metros y la camioneta comenzó a perder aceite. El motor se fundió y la chata se tumbó”, explicó un alto oficial de la Jefatura de la policía rosarina.
  Desesperado, el adolescente levantó a su hermana y una mujer que pasó por el lugar los auxilió. Los llevó hasta el hospital Samco, de Acebal, muy cerca de Carmen del Sauce. Desde allí, a raíz de la gravedad de la lesión que presentaba, fue derivada al Hospital Centenario, donde murió.
  Pero inicialmente Martín les brindó a los policías otra versión. El chico les dijo que unos desconocidos habían ingresado al campo con la intención de cometer un atraco. Y que para lograr su cometido habían inmovilizado al padre y al encargado del predio. Después, dijo, lo obligaron a él y a su hermana a subirse a la camioneta para irse.
  Esta posibilidad fue desestimada por los investigadores. “El dueño del campo dejó en claro que no hubo robo y que se trató de una travesura del pibe”, señaló el jefe policial consultado.
  Otros dos detalles desdibujaban el relato del chico. “¿Por qué los ladrones se van a llevar una camioneta vieja cuando había otros dos vehículos de mayor valor?”, se preguntó el oficial. También era inexplicable cómo los ladrones habían desaparecido tras el vuelco de la camioneta volcara sin que nadie los haya divisado.
  Hasta anoche Martín estaba con su padre en la comisaría 28ª de Acebal, con jurisdicción en la zona, para explicar el infortunio ocurrido.