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La estacionalidad beneficia al Banco Central y su necesidad de retirar el exceso de pesos que vuelca en la economía cuando compra dólares en el mercado. Ayer, mediante las clásicas subastas de Letras y Notas, la autoridad monetaria recibió ofertas de los bancos por un total de $ 3.860 millones, adjudicando $ 3.317 millones. Así, como al Central le vencían alrededor de $ 2.000 millones, retiró en forma neta $ 1.317 millones. En lo que va del año, con apenas tres licitaciones, Marcó del Pont aspiró del mercado $ 3.223 millones.

El dato es positivo ya que supone no seguir inyectando tantos pesos a una economía claramente recalentada. Pero hay serias dudas acerca de la eficacia que puedan llegar a tener estos instrumentos para absorber el exceso de dinero.

Sucede que los primeros dos meses del año son estacionalmente de gran liquidez para los bancos. No hay prácticamente pedidos de fondos por parte del sector privado y por ende, la liquidez del sistema financiero crece. Por eso es que vuelcan gran parte de los fondos ociosos a las licitaciones del Central, que no es otra cosa que prestarle fondos a cambio de una letra que paga una tasa de interés.

Por eso es que el Central intentará aspirar la mayor cantidad de pesos estos meses y, a la vez, podrá evitar convalidar un aumento de las tasas de interés. En el mercado se cree, no obstante, que el encarecimiento del dinero empezará a sentirse con el correr de los meses, más aún acercándose a octubre. No es casual que la mayor demanda se esté dando por las Nobac que pagan un spread sobre la tasa Badlar (la que pagan para depósitos mayores a 1 millón de pesos). Ayer, de los $ 3.860 millones que los bancos ofertaron en total, $ 2.700 millones fueron a tasa variable.

En los bancos mencionan como un hecho que las tasas tomarán algo más de temperatura, por eso apuestan a tasa variable y no fija (como las Lebac). Esto también se está observando en el mayor interés de los inversores por los bonos argentinos que ajustan por Badlar, en desmedro de lo que pagan por la inflación oficial.

Lo cierto es que el poder de esterilización del Central venía en franco descenso en los últimos meses del año pasado. Según la consultora M&S, en diciembre pasado el BCRA sólo esterilizó $ 552 millones sobre una emisión en el mismo mes de $ 16.200 millones. Así, dicen, el porcentaje “aspirado” sólo fue del 3%. Lo mismo, o peor, había sucedido en noviembre del 2010. El saldo fue directamente negativo en $ 120 millones cuando se había emitido en el período $ 2.784 millones. Algunos creen que por lo menos en el corto plazo el Central podrá volver a retirar entre $ 3.000 millones y $ 4.000 millones como en los mejores meses del 2010. Pero dudan que calme la inflación.