Ya es una postal. Cada vez que termina un partido, ya sea de la Selección argentina o del Barcelona, siempre hay algún jugador rival que aprovecha para intercambiar su camiseta con Lionel Messi, y el duelo de anoche entre la Albiceleste y Ecuador en la Bombonera no fue la excepción.
Es que tener en la colección personal una camiseta utilizada por el mejor futbolista del planeta es un privilegio con el que sueña todo el mundo, por eso apenas el árbitro chileno Roberto Tobar pitó el final en el estadio de Boca, Carlos Gruezo se acercó a la Pulga para pedirle la 10.
El mediocampista ecuatoriano se encargó de marcar a Messi en varios pasajes del encuentro y no quiso dejar pasar la oportunidad de hacerse con la pilcha del capitán argentino.
Carlos Gruezo es volante central y actualmente juega en el FC Ausburgo de la Bundesliga alemana. El jugador tiene 25 años y comenzó su carrera profesional en Independiente del Valle, después tuvo pasos sucesivos por Barcelona de Ecuador, Sttutgart y Dallas (MLS).