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En el marco de las políticas que el municipio viene desarrollando desde el inicio de la gestión con la campaña de “Desarme”, se realizaron dos encuentros de debate y reflexión sobre la importancia de retirar de circulación las armas que no están en manos de las fuerzas de seguridad. Como principal objetivo se plasmó la necesidad de evitar futuras victimas fatales en la provincia y en el país, en caso de violencia armada.

En el primer encuentro, que se desarrolló en la Sala de Reuniones de Intendencia, el presidente del Concejo Municipal, José Corral, en representación de Mario Barletta, recibió a Adrián y Mónica de Marcenac y Dante Piccioli, padres de Alfredo Marcenac y Pablo Piccioli respectivamente, quienes fueran asesinados en dos casos de violencia de armas relevantes en nuestro país, ambos con tenencia legal. Además, estuvieron presentes, la vicegobernadora de la provincia Griselda Tessio, miembros del Instituto de Estudios Penales y Sociales Comparados, como así también representantes del Renar Buenos Aires, entre otros funcionarios municipales.

En la reunión, Corral comentó a los presentes que en “Santa Fe en 2008 comenzó una fuerte campaña de desarme voluntario que dio muy buenos resultados porque se lograron sacar 5.000 armas de la calle, lo que tuvo una clara relación con la disminución de los homicidios dolosos durante ese año”. Sin embargo, afirmó que “hay que seguir trabajando porque hay muchas armas que no deben estar en manos de civiles por los problemas que traen” y aseguró que “no hay motivos para que la población tenga que tener un instrumento de este tipo para defenderse”.

Por su parte, la madre de Alfredo, Mónica de Marcenac, explicó que las acciones que llevan adelante “por un lado son un homenaje para su hijo y para todas las victimas del país y, por otro lado, representan una forma de resistencia para no resignarse como ciudadanos porque hay muchas cosas para hacer”. Además, aprovechó la oportunidad para remarcar que “algunas responsabilidades le competen a los funcionarios y a los organismos del Estado” debido a que la sociedad “tiene el problema grave de estar muy acostumbrada a resolver los inconvenientes con el uso de la fuerza y en ese escenario poner armas es muy complejo por el peligro que significa”.

El segundo encuentro de debate y reflexión se desarrolló en el Recinto del Concejo Municipal, donde se contó con la presencia de los alumnos de las Escuelas Pizarro, Normal y de Psicología Social Pichón Riviere. Los estudiantes que participaron tuvieron la oportunidad de escuchar los relatos de los padres de las victimas fatales de accidentes de armas y del coordinador del Equipo de Intervención en Crímenes Graves dependiente de la Subsecretaría de Prevención y Seguridad Ciudadana del Municipio, Juan Funes.
Ante los alumnos, el funcionario municipal aseguró que “la mayor causa de los homicidios no está en los robos sino en los problemas interpersonales, lo que implica pensar en el origen del arma que llegó a la mano de una persona y que forma parte de una familia como un objeto que puede prestarse para un juego que deviene en accidente”.
Además, Funes invitó a reflexionar sobre la utilidad que se le da a un arma y afirmó que “no se puede pensar en el desarme sin la participación de la escuela, porque esta acción implica rever los parámetros de lo que entendemos por un arma de fuego y eso solo es posible si forma parte de una currícula educativa como una manera de concientización”.