No ha habido futbolista que haya sido dirigido por Marcelo Bielsa que, al ser consultado por las virtudes del entrenador, no destacara que su método consigue exprimir de modo tal a cada uno que logra sacar la mejor versión. Su hoja de vida y presente, sumado al del Barcelona, bien podrían colocarlo como un potencial sucesor de Quique Setién, quien no pudo destacarse al mando del equipo de Messi y compañía.
Messi, a los 33, transita una edad que va dando lugar a lo naturalmente inevitable. Cuesta pensar que haya una mejor versión de lo que ya ha demostrado, pero en este contexto, si existe un técnico que bien podría animarse a redoblar ello es Marcelo Bielsa, flamante campeón de la Championship con el Leeds, club que en teoría dirigirá en la Premier League durante la temporada 2020/21 a no ser que...
El caso es que Bielsa es un entrenador que a lo largo de su carrera ha siempre preferido tomar los hilos de equipos de mediano porte. Solo él podrá confirmar si alguna vez se negó ante la propuesta de un grande, pero lo cierto es que por lo expuesto, disfruta de dirigir equipos en los que puede imponer su filosofía, independientemente del mote histórico que cada uno traiga consigo respecto de la forma de juego.
Basándonos en su carrera como técnico, ha dejado huella imborrable en el Athletic de Bilbao, Marsella, Newell's y ahora Leeds United, entre los principales clubes que dirigió. Todo por haber expuesto con éxito su propuesta más allá de los resultados, y por ello sería contradictorio que tomase a un grande que es reconocido por jugar de una manera que él no pregona.
Sin embargo, su juego vertical, de velocísimas transiciones y con vistas en el ataque son características propias de un equipo como el Barcelona. Pero en esta misma línea, Bielsa bien podría sentir que no tendría el tiempo ni la tolerancia para que se le permita exponer su ideal en un club con la presión de ganar, gustar y golear todas las fechas.
Gerardo Martino, digno de su escuela, ex entrenador de la Argentina y del Barcelona, recordó el año que estuvo frente al banco del equipo como el peor de su carrera. A la hora de justificarlo, fue porque sentía que poco podía imponer de su idea en relación a la filosofía que arrastra el Barcelona desde Cruyff en adelante.
Solo en ese escenario podría entenderse una supuesta negativa de Marcelo Bielsa al Barcelona, y guste o no sería más que respetable habida cuenta de que al rosarino le sienta cómodo ir a equipos en donde pueda disponer de su ideal, sin tener que "respetar" la tradición y cultura futbolera del club en cuestión.