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Luego de la derrota por 3 a 0 ante Tigre, el DT Rojinegro habló de lo que pasó en los últimso partidos y de lo que viene para los santafesinos.

—¿Qué es lo que más te preocupa de esta derrota?
—Las formas, el 3 a 0... Miren, cuando íbamos perdiendo 1 a 0, planteamos una propuesta más ofensiva para el segundo tiempo y cuando iba a hacer el cambio de Luque para darle más agresividad al ataque, nos dieron dos golpes muy duros, uno detrás del otro y se terminó el partido.

—¿Por qué se perdió?
—Primero, por la capacidad del rival en la pelota parada. Y como autocrítica, puedo decirles que en Colón no tuvimos posesión, que no jugamos bien con la pelota, que no nos asociamos y no llegamos con contundencia, y no generamos superioridad en el campo rival.

—¿A qué te obligan estas dos derrotas seguidas y jugando mal?
—A un replanteo personal para luego trasladárselo a los jugadores. Puede haber un replanteo táctico y también de nombres. Mañana (por hoy) lo analizaré, y el lunes lo hablaré con ellos, con mis jugadores. Buscaré lo mejor para el club y que ellos sientan el apoyo y la confianza que tuvimos en algún momento y que hoy perdimos.

—¿Por qué le está costando tanto a este plantel pelear con posibilidades ciertas por algo?
—Hace quince días, cuando le ganamos a Estudiantes, hablábamos de ilusiones. Hoy les dije antes del partido que la ilusión estaba intacta y que no la debíamos perder; pero ante esta situación el golpe es duro. El responsable soy yo, el conductor soy yo y tendré que tener la capacidad para revertir esta situación junto con ellos, que tendrán que acompañarme.

—¿Dudás de las cualidades de este plantel?
—No, para nada. Fíjense que hoy pusimos un equipo con jugadores de buen pie, se lo dije en el vestuario. Por algo no andan, y esa es mi responsabilidad. Tengo que encontrarle la vuelta a este asunto. Con Huracán tendremos que tener una determinación más importante, vamos a tener que ganarles porque jugamos ante nuestra gente y les estamos debiendo un triunfo. La gente, nosotros y el respaldo de la dirigencia, son los puntos sobre los que se tendrá que asentar la recuperación.

—Cuánto menos, entonces, te desconcierta este nivel del equipo...
—Puede ser... Por momentos veo que el equipo intenta, que tiene una dosis de frescura en el juego, pero no lo podemos mantener. Lamentablemente, cuando hacemos pie y nos afianzamos, nos hacen el primer gol. En el segundo tiempo, cuando le pedí a Quilez y Quiroga que se soltaran, que se sumaran al mediocampo para que haya mayores libertades para poner más gente en ataque, nos metieron dos goles seguidos y se acabó el partido.

—¿Habrá cambios sustanciales entonces?
—Puede ser, pero quiero poner los pies sobre la tierra, tranquilizarme y pensarlo bien para después barajar y dar de nuevo.