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Lunes 09 de Mayo de 2011 - 13:39 hs

El Polifónico Provincial le canta al Cuchi Leguizamón

 Mayo será el mes en que el Coro Polifónico Provincial, dependiente del ministerio de Innovación y Cultura, le rinda homenaje al Cuchi Leguizamón con dos importantes conciertos que estarán bajo la dirección del Maestro Alejandro Molina.

Ambas presentaciones, con entrada libre y gratuita, en enmarcan en los festejos por el 50 aniversario del Coro.

El miércoles 11, a las 20.30 hs., el encuentro será en el Teatro Municipal 1º de Mayo (San Martín 2020), en tanto el domingo 15 el concierto tendrá como escenario al Centro Cultural La Redonda, Arte y Vida Cotidiana (Salvador del Carril y Pedro Víttori) a partir de las 19 hs.

Un concierto que hacía falta
Le dice Samuel Hillar al poeta:
“Hace poco mas de diez años murió en Salta una figura capital de la música argentina autor de zambas, chacareras y vidalas de una belleza incomparable. El Cuchi Leguizamón, murió en la pobreza y casi en el olvido y, como sucede casi siempre, después de su muerte se sucedieron homenajes y recuerdos. Nuestro coro, ya en el año 1985 organizó lo que creemos única venida del Cuchi a Santa Fe en un recordado ciclo que contó entre otros con la presencia de J. L. Borges.

Hoy nuestro homenaje es de santafesinos agradecidos al Cuchi. Músicos y arregladores, todos de nuestra provincia, brindan así su afecto a este ilustre salteño sin cuya existencia el paisaje musical argentino sería infinitamente más pobre.

Con una creatividad desbordante llenó el folklore argentino de nuevas canciones totalmente identificadas con lo popular, pero, para ello, no necesitó banalizar nuestra música, sino todo lo contrario, logró enriquecerla en forma notable,. Conocía todo el material anterior, todos los modos melódicos del folklore tradicional sobre los que, con su mirada crítica, cimentó una estética particular. Sus composiciones suenan de un color distinto, pensemos en Balderrama o en Zamba de Lozano con sus desplazamientos armónicos mínimos.

Sus melodías, aún las más complejas parecen surgir del viejo arcón de la naturaleza, como si hubieran estado esperando que el duende les diera vida. Puede decirse que Leguizamón renovó la zamba melódica y armónicamente dejando detrás suyo un legado no suficientemente valorado aún. Su arte transforma en vetustas las clásicas melodías con tristes acompañamientos instrumentales, o los remanidos arreglos vocales por terceras como única opción del folklore. Como pianista también fue distinto; ritmico, incisivo y dueño de una creatividad desbordante ya sea sólo , acompañándose o con otros músicos.

Los temas de sus obras casi siempre abrevan en lo tradicional y vienen de la mano de poetas reconocidos como Tejada Gómez y Jaime Dávalos entre otros, o también de su irónica pluma como en la Chacarera del expediente o la Coplas de Tata Dios. Pero sin ninguna duda es con Manuel J. Castilla con quien logró conformar una pareja única en nuestro folklore.

A 26 años de haber escuchado tu piano y tu voz en el Teatro Municipal, multiplicamos las nuestras para renovar tu maravillosa apuesta estética”.

Fuente: LT10