Agustina de Giovani fue la primera santafesina en ganar una medalla de oro y plata en la Copa del Mundo en pileta corta. Representó a Argentina en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y Beijing 2008, mientras que este lunes 30 de marzo estableció un récord sudamericano en 200 metros pecho, con 2'31''15/100, en 2010 hizo el mejor tiempo en Brasil realizó 2'26''24/100.
La nadadora santafesina habló con Diez en Deportes sobre sus logros deportivos y su presente, con la pandemia del coronavirus y expresó: "Estoy bien de salud, con un entorno saludable. No tengo conocidos en Argentina que tengan el virus, tengo familiares adoptivos en Estados Unidos que tuvieron el virus y la están llevando bien. Estoy en Pilar, sola, tratando de animar el día entrenando, haciendo yoga, trabajando, meditando, hablando mucho con mi familia. Estoy muy bien gracias a Dios".
Sobre si el explendor en su carrera fue entre 2008 y 2010, con sus grandes registros, indicó: "También la Copa del Mundo de 2005 fueron los tres momentos que me regaló la natación y el deporte para llevármelos en la memoria".
Cuando se le preguntó por las barreras que fueron derrivando las mujeres en los últimos años, contó: "Comparando como está nadando la mujer hoy, hay una diferencia abismal. En Santa Fe hay una gran diferencia con los años anteriores, pero siempre me sentí muy valorada por los periodistas. No veía tantas diferencias en la ciudad, será por la importancia que tienen las aguas abiertas. Pero en Buenos Aires cuesta un montón, incluso hoy en día, ya que la dirigencia está llena de hombres, hay un gran machismo. Igual que el Enard que sigue siendo manejada por gente grande que no sabe nada del deporte. En Estados Unidos es diferente, ya que es mucho más por mérito que por sexo".
Posteriormente se la consultó sobre por qué se dedicó a la natación y contó: "Yo también amo el fútbol, si nunca te tiraste a una pileta te parece mucho más tentadora una cancha de fútbol que una pileta. Elegí la actividad por una amiga, antes había probado con vóley, pero no me gustó. Tenía que hacer algo porque tenía mucha energía, pero en mi familia no era tradición la natación, más allá que ellos me dejaron realizar la actividad".
"Empezás como todo, era la más chiquita en Regatas, éramos un grupo de 30 o 35 nadadores, que hacían muy entretenida a la natación, diferente a lo que se piensa que es un deporte solitario. Era muy mala en 25 metros pecho, no empecé muy bien. Todo fue por casualidad, comencé a competir, mis padres me dieron permiso, ellos me dieron mucha libertad para practicar este deporte", agregó en otra parte de la charla.
Mientras que luego siguió hablando de los beneficios de la actividad y expresó: "Ahora que no compito más veo la parte aburrida, pero cuando practicás el deporte se hace un grupo muy grande. Estando adentro, con un objetivo claro era mucho más fácil, con todo el entorno, desde mi papá que me levantaba temprano, hasta mi hermana que tenía que comer todas las noches pastas porque yo tenía que alimentarme de esa forma. Tenía que seguir esa rutina. Pero desde afuera, y en el rol de comentarista, que a veces lo hago para la televisión, tenemos que hacer que la gente se entusiasme.
Se le preguntó por las sensaciones de tener colgada una medalla de oro en un podio y reveló: "Es un momento efímero, te lo dice una deportista de alto rendimiento que es difícil que se conforme. Pero es difícil, todo se para, no pasa más nada que eso, te emociona cuando te ponés a pensar todas las horas que le dedicás a la actividad y decís, 'bueno, fue por algo'. Es el único momento donde podés palpar el resultado de todo lo que venías construyendo".