El domingo 6 de octubre, luego del clásico que Unión le ganó a Colón por 1-0, algunos sectores de la ciudad se sumieron en festejos. Entre ellos, San Agustín II, donde las celebraciones incluyeron disparos al aire.
Desafortunadamente, uno de esos disparos dio con el cráneo de un nene de 4 años, llamado Jonatan, que simplemente estaba jugando en el patio de su casa.
"Estábamos tomando mate con mi mamá y una amiga, y escuchamos detonaciones de bombas y disparos. Mi sobrino empezó a gritar desesperadamente y cuando corrimos a verlo estaba todo ensangrentado", contó por esas horas su tía al móvil de LT10.
El pequeño debió ser operado en el hospital Alassia, donde detectaron que el balazo se había instalado en la zona temporal y que no tenía orificio de salida.
Un milagro
Hoy, a sólo nueve días del ingreso de Jonatan al quirófano, el director del mencionado nosocomio, Osvaldo González Carrillo, confirmó que el menor "tiene muy buena evolución".
"Lo acabamos de ver. Estaba sentado en la cama, hablando", comentó, sorprendido, al móvil de LT10. Además, confirmó que el paciente quedará internado hasta mañana para terminar su medicación, y luego será dado de alta.
Sobre las posibles secuelas que pueda sufrir, González Carrillo indicó que "hasta el momento no" le fueron detectadas. No obstante, anticipó que el chico debe volver al hospital en un mes para que se le practique una cirugía estética.