El fiscal a cargo de la investigación del asesinato de Nora Dalmasso ocurrido hace casi 12 años, cambió la carátula de la causa y acusó al viudo Marcelo Macarrón por el delito de "homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria", es decir crimen por encargo.
Este martes, el fiscal de Río Cuarto Luis Pizarro notificó a Macarrón, a quien había citado a indagatoria, sobre el cambio de carátula, que antes era "homicidio calificado".
El fiscal Pizarro confirmó ante la prensa local que el único imputado se presentó en su despacho y se abstuvo de declarar y así desmintió los dichos del abogado Marcelo Brito que representa al viudo, quien aseguró que su defendido había declarado ante la justicia.
"Nosotros hemos descartado la hipótesis de autor material, aunque (Macarrón) sigue siendo investigado como instigador", indicó el fiscal, quien además manifestó que el móvil del crimen sería económico ya que es la principal hipótesis que manejan, pero no brindó mayores detalles al respecto.
El instructor judicial dijo además que por ahora Macarrón es el único imputado en la causa aunque no descartó que puedan sumarse otras acusaciones, tras la incorporación de pruebas al expediente que ya tiene 27 cuerpos.
Pizarro indicó también que la prescripción de la causa no peligra, ya que la misma se interrumpió tras la imputación de Macarrón, ocurrida hace más de un año, y que se extendería por al menos otros 12 años más.
En comunicación con El Cuarto Poder, Mario Vignolo, médico forense que participó en las pericias del caso ante consulta de la Fiscalía General de la Provincia de Buenos Aires, contó que su impresión en la escena del hecho es que fue un homicidio "muy cruento": "De mi informe surgían apreciaciones como que no habia desorden en la casa, daba la sensación de pensar en algún conocido". Este dato se conjuga con el detalle de que Nora fue asesinada tras una relación sexual consensuada de la que no hubo signos de agresión.
Por otro lado, destacó que para estrangular a la mujer se utilizó como herramienta el cordón de una bata que estaba a los pies de la cama, cuestión que deja entrever una cierta "improvisación" en el crimen.
"En la escena había un montón de rastros genéticos de mucha gente porque estos casos a veces ocurre, no se preserva la escena del hecho porque hasta que llega la policía interviene un montón de gente: acá había hasta un sacerdote", remarcó, tras lo que concluyó que la presencia de rastro genético "no necesariamente significa la presunción de culpabilidad".
La palabra del abogado defensor de Macarrón
Tras la finalización de la audiencia de la nueva carátula de la causa, el abogado del viudo dijo ante la prensa que su cliente declaró ante el fiscal, pero no brindó mayores precisiones sobre lo que dijo el imputado.
Además, el letrado aseguró que el nuevo fiscal quiere buscar la verdad igual que ellos, y apuntó contra los legisladores Aurelio García Elorrio y Juan Pablo Quinteros quienes, según él, calificaron el hecho como "un crimen del poder".
Y al referirse a las expectativas sobre la resolución de la causa, concluyó: "si se siguen cometiendo los yerros que se cometieron, seguramente van a pasar 12, 15 o 20 años más sin saber nada".
En septiembre del año pasado Pizarro se hizo cargo de la investigación, luego de que el fiscal Daniel Miralles presentara su renuncia y que la Cámara del Crimen Nº 2 de Río Cuarto hiciera lugar al recurso de apelación que había presentado la defensa del viudo contra Miralles.
En la apelación, Brito indicó que el fiscal había emitido opiniones extrajudiciales sobre la causa, lo que permitió inferir la decisión de elevar la causa a juicio tras la feria judicial, lo que nunca se concretó.
Miralles se había hecho cargo del caso, luego que el anterior fiscal, Javier Di Santo, decidiera apartarse de la investigación al ser denunciado por "inacción".
El crimen ocurrió el 26 de noviembre de 2006 en el country Villa Golf, de la ciudad cordobesa de Río Cuarto.