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La desorganización en todo sentido, si la proyectamos más allá del equipo, se dio desde el vamos. La velada comenzó mal si la comparamos con otros eventos. Ya vamos a entrar en lo deportivo. ¡Y menos mal que Martins falló el gol a los 20' que hubiese sido un 2-0 irremontable!.

Es increíble que en Argentina, independientemente de los culpables, no se pueda cumplir con un maldito horario. El inicio del partido estaba previsto para las 21:45 y el silbato de inicio sopló 8' minutos más tarde. ¡Qué envidia dio recordar la justeza del Mundial de Sudáfrica para estas cosas!.

Independientemente de todo resultado, dio la impresión como que Argentina jugó de compromiso. Ni siquiera el sacrificio de la gente en una noche gélida. ni el hecho de vengar la derrota humillante de las eliminatorias en La Paz, pudo movilizar desde lo espiritual a un equipo argentino desarticulado y sin ideas claras.

Sólo el esquema posicional que le gusta a Batista (4-3-3) y algún arresto de Messi que siempre marca diferencias, fue lo que se pudo resaltar como claro de una primera parte aburrida e híbrida.

Lo de Bolivia, lo sabemos. El conjunto del altiplano es un equipo muy limitado que apela al orden y a la divina providencia en este caso, para aguantar lo que más podía.

Diga que lo de Argentina en la primera mitad no dio para nada y por eso los bolivianos la pasaron 'bomba' en La Plata. Algunas picadas de Lavezzi en diagonal tras esporádicas habilitaciones de Messi le dieron al equipo de Batista algo de vértigo y peligrosidad ofensiva.

Lo del equipo nacional fue muy pobre y así no va a entusiasmar a nadie. Encima que la situación de River se tragó la previa de la Copa América, el equipo nacional no ayudó a contagiar de cara al futuro.

Bolivia usó como sistema un 4-4-1 y casi ni llegó al arco defendido por Romero. Menos mal que no se animaron un poco más porque el equipo nacional mostró muchos huecos y dispersión por momentos. A Martins con sólo luchar un poco le bastó para molestar más de la cuenta a los zagueros argentinos.

Mal primer tiempo del equipo local. Para el olvido. Además, inesperado haberse ido al descanso sin sacar una ventaja en el marcador habiendo jugando como lo hizo. Mal.

Para peor, a los 2’ del complemento, Bolivia anotó el gol luego de un corner. Un gol increíble. La pelota se le fue por abajo del pie a Banega cuando cubría el primer palo de Romero, que reaccionó y no pudo evitar que la pelota traspasara la línea de meta.

Sacudón en el Único de La Plata y la esperanza de que una vez por todas el equipo se sacudiera la modorra. Luego del gol, Bolivia no lo pudo creer y se metió más atrás todavía. Argentina tuvo una chance con Messi que no prosperó porque el arquero Arias respondió muy bien.

Pareció que Argentina se enchufaba en el juego luego de disputarse 70’ y de creer que con los apellidos bastaba. Error. Y una pena dilapidar tanto tiempo en vano. A los 20’, se nos heló el corazón.

Diga que la falta de jerarquía del equipo boliviano zafó al equipo argentino del segundo gol. Una corrida de Martins tomó abierta la defensa argentina (lo dijimos cuando comentamos el primer tiempo) y el delantero falló increíblemente. Por suerte.

El atacante boliviano quiso gambetear al arquero antes que rematar cuando quedó mano a mano con Romero y falló. Argentina respiró porque un 0-2 a los 20’ hubiese sido letal.

¿Estábamos jugando en la altura?. Increíble. Promediando los 30', todo entré en el terreno de la desesperación y hasta Messi ya se había convertido en un futbolista cualunque. Arrestos individuales impotentes denotaron una falta de idea generalizada alarmante. Por suerte, para mitigar tanta duda, Agüero clavó un golazo y empató 1-1.

Tras ese gol, Argentina fue un vendaval por unos minutos. Algo que esperábamos ver desde el comienzo y que se vio luego de que Bolivia perdonara nuestras vidas, con aquella jugada que no habrá permitido dormir al delantero errático boliviano.

Bolivia atacó muy poco en los minutos finales aunque tuvo su chance clara. El equipo argentino no se escalona, retrocede desordenadamente y los jugadores están falto de distancias. Esperemos que esto mejore y que haya sido una ilusión óptica lo que hemos visto. De lo contrario, contra otros rivales, podremos pasar veladas poco gratas.

Argentina debutó y no pasó del empate ante el rival más accesible del Grupo. ¡Qué más quiere que le digamos!...